Por: Manuel Olvera Sánchez
Partiendo del dato que señala que en muestro planeta existen aproximadamente 800 millones de analfabetas, y de los cuales 5 millones son ciudadanos mexicanos, las tecnologías de la información y la comunicación son una valiosa oportunidad para que la sociedad y la economía del país crezcan, como el estado mexicano está pretendiendo con las múltiples reformas impulsadas y muy en particular con la de telecomunicaciones.
Derivado de un mundo en constante mutación, la educación no podía ser ajena a este proceso y presentar un actuar de indiferencia, por lo cual los sistemas educativos de todo el mundo se encuentran realizando adecuaciones curriculares en todos los niveles educativos a fin de establecer habilidades que permitan a los alumno adaptarse a este entorno dinámico.
Si bien es cierto que las tecnologías de la información y la comunicación buscan democratizar el aprendizaje, esto no será posible si no se dan las condiciones mínimas requeridas para ello, como son que alumnos y docentes tengan acceso a las tecnologías digitales y al internet en su salón de clase e incluso, en los hogares de ambos.
Lo anterior tomando en cuenta que la educación es un punto donde confluyen una serie de factores como lo son los políticos, tecnológicos y educativos que por su misma naturaleza son muy dinámicos y por lo consiguiente, deberán adaptarse a los constantes cambios que hoy en día se están viviendo en el mundo.
En el ámbito educativo las tecnologías de la información y la comunicación se deben de mirar bajo un enfoque mediante el cual se pase de un sistema clásico y conservador a un sistema creativo e innovador; pues el solo hecho de contar con información al instante que se requiera, permite al ser humano aumentar sus habilidades y convertir dicha información en conocimientos.
Baste señalar lo observado por los antropólogos desde la edad primitiva ya existía la necesidad de comunicarnos primero a través de comunicación táctil, después auditiva a través de gritos y sonidos hasta finalmente llegar a lo que hoy día conocemos como lenguaje.
Existen dentro del ámbito del internet la famosa brecha digital, que no es otra cosa más que el excluir a ciertos sectores sociales trátese internacionales o nacionales del acceso a la tecnología del conocimiento.
Hoy en día, cada adelanto tecnológico trae beneficios inimaginables. Dichos avances no llegan a la mayoría de los estratos sociales ocasionando con esto una muy marcada desigualdad entre los que sí están conectados a estos adelantos y los que no lo están.
Es precisamente esta desigualdad llamada brecha digital la que mayor impacto social presenta tratándose de las tecnologías de la información en la comunicación, ya que las oportunidades de desarrollo entre la sociedad serán más acentuadas entre quienes tengan acceso y quienes no lo tengan.
El internet como una TIC juega un papel muy valioso tratándose de las desigualdades arriba señaladas, ya que a través de éste es como se facilita el acceso a la información y de esta manera se homogeneiza el acceso cultural. El internet busca el bienestar en distintos ámbitos de desarrollo como es en el campo educativo, la superación de la pobreza, la protección de los derechos humanos y el fortalecimiento de la democracia.
Es precisamente a través del programa México conectado, como el Gobierno de la Republica le da cumplimiento al mandato constitucional de garantizar el acceso a internet de banda ancha en escuelas, centros de salud, bibliotecas, centros comunitarios, en los tres ámbitos de gobierno: federal, estatal y municipal.
Mediante este programa tan ambicioso es como la brecha digital se ve disminuida evitando con esto las desigualdades sociales. El programa México conectado es un paso vital para el desarrollo de la libertad de expresión, la educación, la salud y el derecho a la información.
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