TAREA PÚBLICA

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TRANSPORTE MORTAL

Por: Carlos Orozco Galeana

A nivel nacional, los accidentes en los que se ve involucrado el transporte de carga de doble remolque ocasionan un promedio de mil muertes anuales, de acuerdo con datos de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram). Lo hacen “sin regulación alguna, con sobrepeso, sin choferes capacitados que además circulan con exceso de velocidad y con total y absoluta irresponsabilidad”.

Ante esta transportación mortal, tres partidos políticos presentaron en una misma semana iniciativas que buscan reformar el artículo 50 de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, para dar mayor seguridad a los ciudadanos, pasajeros y transportistas que circulan por las carreteras del país. Me parece que la del  PRD presenta consideraciones más apropiadas que podrían ser ley en los meses siguientes: 

En  el Senado, el PRD hizo una propuesta con 10 modificaciones a la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal y una a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Destacan la prohibición de la circulación de  camiones de doble remolque, el establecimiento de un peso máximo de 40 toneladas y una longitud de 22 metros para los vehículos; establece que los conductores deben practicarse exámenes médicos y toxicológicos de manera regular y que obligatoriamente las empresas arrendadoras de remolques y semirremolques cuenten con un seguro de cobertura amplia y un seguro que proteja a terceros por los daños y perjuicios que pudieran ocasionar las unidades

Y en la Cámara de Diputados, el  PRI presentó una iniciativa de reforma para modificar el artículo 50 de aquella misma  Ley.  Pretende prohibir el autotransporte de materiales y residuos peligrosos en vehículos de doble remolque, Y el Partido Verde, quiere que se prohíba  la circulación del autotransporte de carga de doble remolque  que exceda 25 metros de largo y 45 toneladas de peso total.

Los tres partidos han captado la preocupación nacional, nuestro  miedo  cuando nos encontramos en las carreteras por donde circulan cientos de vehículos pesados de doble remolque. Uno los ve y hay que persignarse antes de encontrarlos, situarse lejos de ellos o pasarlos muy rápidamente pues la experiencia nos dice que su cercanía es   muy peligrosa.

Nuestras carreteras reportan  frecuentemente el fallecimiento de personas que  sufrieron un siniestro en el  que no tuvieron culpa. Miles de hogares se han enlutado en México por el tránsito desordenado, criminal  y agresivo de esos automotores pesados y largos a cuyos concesionarios no les importa mucho la vida de los demás.

Esas propuestas partidistas tendrán su trámite en las cámaras, habrá grandes discusiones y jure usted que habrá ofrecimiento de propinas de los empresarios del ramo para legisladores que  se opongan a la promulgación de una ley que regule y ordene mejor esa actividad. Ojalá y por el bien de los mexicanos, prime el interés de todos y no como ocurre casi siempre: que los poderosos imponen su ley a costa de lo que sea.