SOLILOQUIO

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Cuidado con la automedicación

Por: Yaret Ramos Vallett

¡Me duele la cabeza, me tomaré un paracetamol! Cuántas veces he hecho eso sin saber el porqué del dolor de cabeza y la mayoría de las personas hacen lo mismo, toman medicamentos “recetados” por la comadre, la abuelita, el vecino, pues a ellos les funcionó para “aliviar” la enfermedad que tenían.

Pero ¡cuidado! la automedicación no es lo mejor para mantener una buena salud. Acabo de recibir una capacitación sobre este tema y la Dra. Iliana Columba López explicaba que el término automedicación se define como: “la ingestión de medicamentos por iniciativa propia y sin que medie alguna evaluación u orden médica. Por ‘medicamento’ entendemos toda sustancia que introducida o aplicada al cuerpo humano produce un efecto curativo”.

Yo creo que el problema de la automedicación estriba en que para los derechohabientes de la seguridad social en nuestro país, conseguir una cita con el médico familiar es sumamente tardado y las consultas con los médicos particulares son muy caras. Así que por ello se acude a paliar los síntomas de una enfermedad con los medicamentos que tenemos a la mano y los de libre venta.

La Secretaría de Salud del gobierno federal tuvo a bien reglamentar la venta de antibióticos con receta médica hace varios años ya, sin embargo las ventas de medicamentos por internet y en el mercado negro se ha incrementado, con lo cual se pone en riesgo la salud.

Es necesario que se haga conciencia de la importancia de no automedicarse, y aquí cabe resaltar que también entran los medicamentos “naturistas”, homeopáticos, remedios alternativos, suplementos, pues aunque pueda ofrecernos alivio, este puede ser sólo momentáneo y atrasar el diagnóstico de algo que puede llegar a ser grave. Por ejemplo lo que yo creo que es un simple dolor de estómago, al tomar una pastillita para ese dolor durante varios días, puede esconder los síntomas de una apendicitis que luego puede llegar a convertirse en una peritonitis (cuando la ápendice se revienta y puede causar hasta la muerte).

Además de esto puede haber otros problemas provocados por la automedicación, entre los que están que puede generar efectos tóxicos indeseables, por desconocer la prescripción y vigilancia en cuanto a dosis, horario, duración, restricciones, etc. Al ingerir conjuntamente dos o más medicamentos de manera irresponsable, se corre el riesgo de producir interacciones inhibitorias o potencializadoras y efectos colaterales, como hemorragia, somnolencia.

De igual manera pueden aparecer reacciones alérgicas desde la primera vez o después de varias tomas o aplicaciones. Estos cuadros inician en forma moderada, pero hay casos graves y hasta fatales (reacción a las penicilinas, por ejemplo) o bien provocar un efecto “de rebote”. También está el hecho de que puede causar dependencia química o adicción. Una sobredosis puede conducir a un cuadro de irritabilidad, pasando por la somnolencia, hasta llegar a un paro cardiorrespiratorio.

No obstante aun cuando la mayoría de la población mexicana sabe que no debe automedicarse, aún recurre a ingerir medicamenteo sin acudir a un médico, por ello creo oportuno que si quieren seguir con esa tendencia de autorecetarse, se tomen en consideración las siguientes preguntas: ¿Qué enfermedad o dolencia tengo en realidad? ¿Debe curarse con medicamentos? ¿Conozco cuál es el medicamento más seguro, eficaz y barato para iniciar el tratamiento? ¿Dispongo de información actualizada o instrucciones precisas sobre la dosis, horarios, duración, restricciones y cuidados del tratamiento? ¿Tengo antecedentes de alergias o de otras enfermedades que contraindiquen el uso de este u otro medicamento?

Si no tengo las respuestas a estas preguntas es mejor que acuda con un médico, aunque sea al de los consultorios que tienen las farmacias, eso sí, tengo que corroborar que ese médico sea certificado y lo puedo hacer checando si tiene su título y cédula profesional a la vista del público.

Debo cuidar mi cuerpo y mi salud, la automedicación no es la mejor manera de hacerlo.