EL BOLILLO SE ESTA QUEMANDO
Por: J. Daniel Miranda Medrano
La situación en el PAN colimense no podía ser más preocupante para los panistas (y risible para el respetable público) aunque en el fondo también refleja el grado de descomposición al que puede llegar la política. No había ocurrido en Colima un hecho en un partido político como este que afecta la imagen del PAN.
Como ya fue difundido ampliamente, el CEN decidió iniciar el procedimiento de disolución de la estructura de mando estatal en un estira y afloja que refleja el circo en el que se convirtió este asunto; de esta forma, fueron detenidas momentáneamente las intenciones del dúo fraudulento que forman Raymundo Saldaña y Salvador Fuentes.
De acuerdo con el comunicado textual emitido en oficinas centrales, la actuación del órgano directivo estatal en Colima, contribuyó a “enrarecer, entorpecer y viciar dicho proceso no solo en agravio de Pedro Peralta Rivas, sino poniendo en peligro el trabajo regular del Partido en la entidad que permita alcanzar los fines perseguidos por este instituto político”.
Haiga como haiga sido, el caso es que este par de trúhanes junto con los “agraviados” además del innegable daño que le hicieron a su partido, quedaron evidenciados como grupos conformados por seres sin ética, que se olvidaron del partido y que corrompieron la política en su afán de asaltar el poder.
Todo esto hay agregarlo a la triste trayectoria que ha arrastrado el PAN a nivel nacional y local desde que perdió la presidencia de la República. La rebatinga que existe en el blanquiazul se supone que puede afectar al partido en las elecciones de 2015, y así lo señalaría la lógica, pero me parece que una cosa es la crisis interna de la élite panista y otra el sentido del voto de los miles de ciudadanos ajenos a la política.
Así, los priístas no deberían de confiarse si llegan a creer de forma triunfal que esto les facilitará el triunfo en el próximo relevo en la gubernatura porque este será otro boleto. De hecho, cada vez son menos los estados de la República que no han tenido alternancia en la gubernatura, en un círculo que cada vez se hace más pequeño.
Pero regresando al tema, el affaire panista no solo es un clavo más en la crisis del bolillo que ya huele a quemado, sino un elemento más para que el ciudadano siga decepcionado de la política y de los partidos- negocios personales.
Twitter: @danie17