TAREA PÚBLICA
Por: Carlos Orozco Galeana
El diputado Federico Rangel Lozano propuso recientemente reformas a la Ley de los Derechos de las Niños, Niñas y Adolescentes del Estado de Colima, para obligar a las autoridades estatales y municipales a tomar medidas para prevenir, atender, proteger y sancionar la exposición a menores de edad, de contenidos artísticos, audiovisuales, gráficos, sonoros o electrónicos de todo tipo que contengan violencia. Planteó incorporar a las obligaciones de quienes ejercen la patria potestad, tutela o guarda y custodia de menores de edad, la de tomar medidas para prevenir y protegerlos de la exposición de los contenidos que se propone las autoridades estatal y municipales sancionen.
“Las autoridades deben garantizar que en las políticas públicas en las que se les involucre, todos los niños, niñas y adolescentes disfruten de sus derechos humanos, especialmente los que permiten satisfacer la alimentación, vivienda, salud física y emocional, vivir en familia con lazos afectivos, educación y sano esparcimiento, elementos esenciales para su desarrollo integral”, añadió.
Estimó el diputado Rangel que la exposición de material artístico, audiovisual, gráfico, sonoro o electrónico de todo tipo dirigidos a los menores de edad, debe tener en cuenta las diferencias de nivel de comprensión, ajustarse a su edad, así como la capacidad y madurez de los menores; es decir, dichos contenidos deben ajustarse a la edad, desarrollo evolutivo y cognoscitivo de las niñas, niños y adolescentes.
Esa propuesta, ya hecha ley, entraña un gran reto en materia de protección de los intereses de la niñez. Tarea gigantesca ésta por quedar expuesta a un entorno donde se privilegia el entretenimiento mediante contenidos no aptos a veces para menores. Lo que prima es el interés económico de grandes compañías extranjeras, japonesas, coreanas y estadounidense que desarrollan una industria de juegos donde la violencia es el componente o insumo principal.
La pregunta que sale a flote de inmediato es cómo le harán las autoridades para que esos contenidos violentos y abusivos no lleguen a los hogares mediante la televisión que, en series, películas y telenovelas presentan todo tipo de conductas que pueden ser replicadas si los niños o adolescentes pasan muchas horas frente al televisor o computadoras y no son orientados.
El exgobernador Silverio Cavazos, con valentía, intentó al interior de la CONAGO convencer a sus colegas y al presidente Vicente Fox de hacer algo para proteger a los niños de contenidos dañinos para su formación porque, decía, “lo que la escuela construye por la mañana, las televisoras lo destruyen por la tarde o por la noche.”
Pero no seamos pesimistas presentando estos argumentos que no fructificaron, sino veamos para adelante. En Colima ha de hacerse un esfuerzo comandado por las instituciones o por el propio gobernador para que realmente se haga algo bueno en la materia comentada. Por lo pronto, hay conciencia entre los diputados de poner las bases legales para impedir perjuicios contra ese sector de población desprotegido ante tanta publicidad perjudicial que nos invade. Prosigue la estructuración de programas específicos, de políticas públicas coherentes y persuasivas que sirvan para conformar un frente social capaz de proteger a niños y jóvenes de lo que les daña, con la participación responsable de los padres de familia, en quienes recae la principal misión educativa en los hogares.
Es decir, tener leyes no significa que la realidad se modifica en automático, simplemente son la base para dar sustento a una acción de fondo en pro de algún propósito concreto. Si así se entiende, pueden predecirse resultados positivos en el corto plazo, una sociedad con menos violencia. Ojalá.