*Evocan el Manzanillo de ayer, en el que vivieron sus padres y sus abuelos…
Redacción|COLIMANOTICIAS
Manzanillo, Col.- Jorge, Erik, Jesús y Mariano; son adolescentes que disfrutan de su verano igual como lo hicieron sus padres y tal vez sus abuelos. Son parte de una tradición que da forma historias del Manzanillo de antaño y que evoca la nostalgia para quienes conocieron aquellos bailes en el rompeolas, quienes caminaban por el malecón y cantaban aquel bolero “Que Bonito es Manzanillo”.
Vecinos del famoso Barrio del Vigía, quizás ícono del Manzanillo viejo y del Barrio de San José, estos jóvenes se lanzan a las aguas para sacar una moneda, lanzada por los atónitos y amables turistas, quienes siempre preguntan “¿y no está hondo?, ¿y no hay erizos?, ¿y no les da miedo?”, pero ellos conocen este rincón como la palma de su mano, porqué crecieron en estas aguas, con sus familiares se lanzaron al mar y muchos de ellos aprendieron a nadar antes que hablar.
Erik, Jesús y Marino, explicaron que son bastantes los jóvenes que acuden los fines de semana, y en vacaciones “los turistas nos lanzan monedas y las sacamos, antes de que caigan al fondo o con los dientes”, pero confesaron “el mejor es “El Mudo”, a él no se le va una”. “El Mudo” es como se le conoce a Jorge, quien padece un problema con el habla, pero que con un vertiginoso clavado y una temeraria sonrisa, ha logrado crear su propio idioma para atraer más turistas y obvio más monedas.
Una tradición de Manzanillo, un viaje generacional que los jóvenes de los populosos Barrios del Vigía, Sector 1, San José, Santa Cecilia y hasta de La Pedregoza, mantienen con vida y evocan aquellos tiempos en que Manzanillo solo era esas colonias, un muelle fiscal y una colonia americana, un edificio de la Aduana y la eterna presencia de los buques militares.
