Rutinas saludables que te pueden ayudar a vivir sin estrés

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CN COLIMANOTICIAS

México.- Puede que el trabajo, la escuela, la familia y las labores del hogar (por mencionar sólo algunas cosas) te causen estrés si no sabes cómo manejar tus tiempos o poner orden en el día. Seguramente, como muchas otras personas, tienes una larga lista de cosas por hacer, y a veces puede ser abrumador de tan sólo pensarlo.

No se trata de que dejes de hacer todo y te recluyas a meditar para eliminar el estrés. Lo importante es que puedas llevar a cabo cada una de tus tareas sin dejar que la angustia te invada.

Cuando creas rutinas saludables en tu vida, todo se pone en orden automáticamente y te darás cuenta de que las cosas son mucho más sencillas de lo que pensabas: sólo era cuestión de organizar y priorizar las cosas.

La página por Internet HARMONÍA trae para ti los siguiente consejos:

Organiza tu día

Imagínate que tienes una reunión muy importante, pero a la vez tienes que organizar cosas en tu casa antes de salir a la oficina porque no lo hiciste un día antes; o algo tan sencillo como que tienes que elegir la ropa que vas a utilizar pero ya se te hizo tarde.

¿Qué crees que pasaría si, en lugar de andar con las prisas, un día antes prevés y organizas lo que harás al día siguiente? Puedes elegir tu ropa, la comida que llevarás al trabajo o la escuela, anotar tus pendientes para el día siguiente en una agenda, y así nada te agarrará desprevenido.

Deshecha lo que no sirve en tu casa

A través de una serie de estudios realizados mediante resonancia magnética, un grupo de expertos se dio cuenta de que cuando tienes muchas cosas acumuladas en tu hogar, tu cerebro no procesa la información adecuadamente y es mucho más propenso a tener poca concentración.

Por el contrario, cuando te encuentras en un espacio ordenado, tu cerebro entra en un estado de calma porque no se tiene que esforzar de más y, por lo tanto, podrás concentrarte mucho mejor.

Puedes elegir un día al mes para acomodar y reorganizar algún espacio de tu casa que lo necesite, o bien, todo tu hogar. Lo importante es que decidas las siguientes cosas de forma honesta: qué vas a guardar (y pregúntate por qué lo quieres conservar) y qué vas a tirar, vender o donar.

Si lo que vas a deshechar está en buen estado, recuerda que lo mejor es donarlo a las personas que más lo necesiten y si son cosas que puedes reciclar, entonces busca un lugar para llevarlas; no olvides que también puedes aplicar la responsabilidad social y ayudar a los demás y al medioambiente con estas acciones.

Haz ejercicio

La actividad física es parte fundamental de una vida sana, no solamente a nivel físico sino porque realmente le ayuda a tu cerebro a sentirse mucho mejor y más relajado. La neurocientífica Wendy Suzuki se dio cuenta de esto después de haber subido un par de kilos y comenzar a ejercitarse. No solamente perdió peso, sino que también descubrió que su función cognitiva era mucho mejor y tenía mayor capacidad de concentración.

A partir de esto comenzó con diferentes investigaciones para poder crear programas específicos para personas que sufren de depresión, ansiedad, etcétera. Por ejemplo, la actividad aeróbica transporta oxígeno fresco a los músculos y elimina el dióxido de carbono y el ácido láctico añejos, y además ayuda a reducir el “quimiocerebro” en las mujeres sobrevivientes de cáncer de mama. El yoga es un tratamiento comprobado para pacientes que luchan contra el trastorno de estrés postraumático, mientras que andar en bicicleta puede ayudar a los niños con TDAH a sentirse más relajados.

No es necesario que hagas horas y horas de ejercicio, lo que importa es que te tomes media hora al día para realizar la actividad física que prefieras.

Modifica cosas en tu alimentación

Lo que comes es parte fundamental de cómo funciona tu cerebro y emociones. Recuerda que el intestino es tu segundo cerebro, así que todo lo que ingieres tiene un impacto. Por ejemplo, si consumes alimentos probióticos como kéfir, kombucha o cualquier otra comida fermentada, tu capacidad cognitiva se verá altamente beneficiada, ya que es muy necesario cuidar la flora intestinal de tu cuerpo. Por el contrario, si consumes azúcar refinada en exceso seguramente te sentirás con un boost de energía en el momento, pero después viene el sueño, el cansancio o la inflamación.

Siempre es bueno que le hagas caso a tu cuerpo y te fijes en cómo se siente con los diferentes alimentos que ingieres; tú solo te darás cuenta cuando algo te hace daño o no.

Acude a terapia

No es necesario que tengas un gran problema para ir con un terapeuta; de hecho, se recomienda que tengas a alguien con quien platicar y reflexionar acerca de lo que te angustia fuera de tu círculo cercano de amigos o familia.

Por supuesto que puedes trabajar de forma individual para lidiar con el estrés y la ansiedad de los problemas cotidianos; sin embargo, también es buena idea que cuentes con un tercero que pueda darte consejos más específicos y ayudarte. No tiene nada de malo ir a terapia; al contrario, es mucho mejor que trabajes para mejorar que quedarte con lo que tienes y no progresar.