TAREA PÚBLICA
Por: Carlos Orozco Galeana
Diarios nacionales difundieron información acerca de los perfiles que la 4T exigirá a quienes se sientan con méritos y conocimientos para ocupar el puesto de delegado del Imss en las entidades del país, pudiendo ser médicos en activo, jubilados y personal de enfermería de esa institución. En caso de que los aspirantes estén activos, se pedirá mínimo 10 años de antigüedad, aunque estos pueden ser acumulados y no de forma consecutiva.
Esta invitación ocurrió el pasado 28 de agosto, cuando el gobierno federal lanzó la convocatoria respectiva para ocupar esos cargos. Se establece que se exceptúan en el concurso los deberes de titulares de las Unidades Médicas de Alta Especialidad.
El director general del Seguro Social, Zoe Robledo dijo que este concurso permitiría acabar con los compadrazgos dentro de la institución de salud. Si ese fuera el propósito que se persigue, que sea gente profesional y no arribistas de bajo pelo los que dirijan a esa institución en las entidades, me parece muy importante pues a pesar de que el Imss es una organización muy escrupulosa para escoger a sus mandos administrativos, suelen colarse personas sin nivel profesional, ignorantes de la problemática de salud que son designados por favores políticos. Y sin carrera profesional algunos de ellos, como ocurrió en Colima al menos con dos en el pasado reciente. Si esa práctica dañina se acaba, estaremos presenciando una renovación importante del gobierno federal, de la 4 T.
Para ser delegados del Imss, una exigencia vital de ahora es la de tener estudios concluidos de maestría o doctorado en áreas de administración de servicios de salud o salud pública, o la de acreditar el haber cursado 500 horas mínimo en diplomados o cursos en administración, aunque éstas no hayan sido tomadas de manera continua o consecutiva. Las personas aspirantes serán evaluadas individualmente para conocer su experiencia, nivel de conocimientos, capacidades para el cargo y habilidades de liderazgo. Algunos renunciarán desde ahora y a otros seguro que se los “poncharán” en los exámenes.
Por donde se aprecie, esta nueva política en el IMSS permitirá dar un salto de calidad en la administración de sus servicios. La salud es tan importante que no debe haber en los puestos directivos personas sin acreditación conveniente. Independientemente de que en el IMSS las cosas funcionan casi como un reloj por la estructuración de su sistema, o acaso por su rigidez, es conveniente asegurar que sus mandos tengan capacidad médico –administrativa empezando por su director general, quien debiera informar si reúne en su certificación académico – profesional lo que se exige a los aspirantes a delegados.
El Imss ha sido dirigido los últimos tiempos por servidores públicos no médicos, por economistas reconocidos como Santiago Levy o José Antonio González, (cuñado de Salinas de Gortari, por cierto), entre otros, y dejado de lado el perfil médico. Yo pienso que lo ideal es que quien dirija estas instituciones debe ser un administrador avezado con ciertos conocimientos en salud, porque un director no receta ni opera, sino dirige y ordena servicios. Hay médicos muy deficientes operando instituciones de salud en el país solo porque son amigos de equis sindicato o parientes de algún político renombrado, etc.
Los concursos de plazas son favorables para que las instituciones progresen y satisfagan las demandas de los usuarios, sobre todo en el ámbito sanitario. No es lo mismo disponer de recursos o planear sobre equis materia que hacerlo en materia de salud, donde los errores suelen ser muy costosos y se pagan con la pérdida de vidas humanas.
Aplaudo la medida institucional de exigir calidad en los mandos en el Imss. Que sea práctica permanente es muy deseable. La población merece buenos servicios de salud que solo pueden garantizarse con una gestión atinada y profesional como la que se pretende lograr desde el más alto mando institucional.