MITOS Y MITOTES
Por: Florencio Llamas Acosta
Para el politólogo Giovanni Sartori “la ciencia política es un saber operativo en cuanto que asegura que los medios son adecuados y que se adaptan a los fines propuestos. Por supuesto, los medios y los fines están vinculados de modo inextricable en el desarrollo de la acción. (…) Ninguna elección puede ser solamente elección de los fines, dado que los medios son siempre escasos. (…) por lo tanto, la elección de los fines queda condicionada por la disponibilidad de los medios.
Desde esta perspectiva, vale la pena preguntarse si la redistritación aprobada el día miércoles 2 de abril por el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Colima, es el medio adecuado para los fines propuestos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación al invalidar el artículo 22 del Código Electoral y ordenar una nueva demarcación distrital.
De a acuerdo al IEE, la ubicación de los distritos será la siguiente: Distrito 1, Colima Norte; Distrito 2, Colima Centro; Distrito 3, Ixtlahuacán-Colima Sur; Distrito 4, Cómala-Villa de Álvarez; Distrito 5, Coquimatlán-Colima; Distrito 6, Cuauhtémoc-Villa de Álvarez Noreste; Distrito 7, Villa de Álvarez Norte, y Distrito 8, Villa de Álvarez Sur.
El Distrito 9 será Armería-Tecomán; el Distrito 10, Tecomán Norte; Distrito 11, Manzanillo Suroeste; Distrito 12, Manzanillo Sureste; Distrito 13, Manzanillo Centro; Distrito 14, Minatitlán-Manzanillo Norte; Distrito 15, Tecomán Suroeste, y Distrito 16, Tecomán Sureste.
Con esta redistritación, se observa una redistribución de la representación popular en el Congreso del Estado, pues existe la posibilidad dada la rentabilidad electoral, que los partidos políticos postulen candidatos que provengan de los cuatro municipios más grandes como son Colima, Villa de Álvarez, Tecomán y Manzanillo, dejando sin representación popular a 6 municipios.
En el caso de Colima de 3 distritos que tenía pasa a 4, dos puros, es decir, integrado con electores de Colima como es el caso del distrito 1 y 2, y dos combinados con otro municipio como el distrito 3 con población de Ixtlahuacán y distrito 5 con electores de Coquimatlán.
De igual forma Villa de Álvarez tiene potencialmente la posibilidad de pasar de 2 a 4 diputados, sus tradicionales distritos 7 y 8, adicionalmente el distrito 4 integrado con Comala –Villa de Álvarez y el distrito 6 de Cuauhtémoc-Villa de Álvarez Noreste.
En el caso de Tecomán, por cierto el más afortunado, incrementa de 2 a tres distritos puros, el 10, 15 y 16 más la posibilidad de contar con un diputado del distrito 9 combinado con Armería, que le da la posibilidad de ser representado por 4 diputados.
En el caso de Manzanillo se queda con sus tres distritos 11, 12 y 13, con la posibilidad de tener un diputado más en el distrito14 integrando a la población de Manzanillo-Minatitlán.
De esta forma es claro que el criterio que privilegiaron fue el aritmético y poblacional, ignorando los aspectos históricos, sociales, culturales y políticos de los municipios. Vale la pena preguntarse si esta distribución es la idónea para el sistema político estatal, y si la redistritación no tiene efectos contraproducentes, ni previstos ni deseados para la democracia colimense, en términos de equilibrios de poder, competencia electoral, participación electoral, representación política, etc. Estaremos muy atentos a ver si no sale el tiro por la culata, ¿O usted cómo lo piensa?
*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.
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