Juan Carlos Flores|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- Unos 50 pescadores deportivos se manifestaron en el Congreso del estado en contra del exhorto que enviaron los diputados al Congreso de la Unión para liberar la pesca del marlín, pez vela, pez espada, sábalo, pez gallo y dorado.
Markos Alcaraz, de la Federación Mexicana de Pesca Deportiva, recriminó la forma en que se envió la petición pues aseguró que nunca fueron consultados al respecto.
Agregó que las especies comerciales como el huachinango y el atún se están acabando debido a la sobreexplotación de la pesca comercial y a pescadores furtivos “Eso de que el mar es inagotable es un mito, ya no hay peces”, dijo.
Sostuvo que la pesca deportiva genera una derrama económica de 2 mil millones de dólares en el país que es incluso superior que la pesca del atún pero que además la distribución de esos recursos se realiza de una forma más equitativa.
Manifestó que en Colima viven muchas familias de la pesca deportiva desde la persona que renta su lancha, las cañas hasta la que los lleva a pescar.
El federativo explicó que al liberar estas especies no tendrá mucho impacto económico en los pescadores ribereños porque el kilogramo lo venderán barato y los ganadores serán los intermediarios “El kilo del Dorado, por ejemplo, lo venden ilegalmente a 12 pesos, mientras en tiendas se puede llegar a comprar hasta en 100 pesos, entonces los que ganan no son los pescadores”, dijo.
Añadió que las especies para la pesca deportiva son migratorias pero si se libera su captura entonces provocará una merma significativa que podría poner en peligro su existencia.
La propuesta que aprobaron los diputados de Colima es para que la Sagarpa determine periodos durante los cuales se permita la pesca comercial de manera sustentable de esas especies.
Los pescadores ribereños se quejaron que ha bajado el producto a raíz de los problemas generados por la construcción del Puerto en la Laguna de Cuyutlán, así como la instalación de la regasificadora y la construcción del viaducto ferroviario.
Expusieron que esas obras producen escombros, lodos y contaminación que afectan la actividad pesquera, además de dañar los motores de las lanchas.