Este control de piezas sacras, explicó en entrevista la senadora Martha Leticia Sosa, tendría una base de datos impresa y electrónica con la descripción detallada de la obra, su localización geográfica, así como fotografías que faciliten su identificación.
Además, el registro estaría a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con lo cual disminuiría en forma drástica el comercio ilegal de arte sacro.
De acuerdo con información del INHA, nuestro país cuenta con más de 19 mil espacios destinados al culto y en estos templos se custodian más de cuatro millones de piezas catalogadas como arte sacro.
Al respecto, Sosa Govea comentó que “desde hace diez años se ha incrementado el robo y saqueo de pinturas, esculturas y fragmentos de retablos; de enseres de ritos católicos como campanas, custodias y patenas realizadas en su mayoría en materiales preciosos como oro y plata”.
De esta forma, de 1999 a 2006 casi mil piezas de arte fueron robadas y a pesar de los esfuerzos de la Procuraduría General de la República, sólo diez por ciento han sido encontradas y devueltas a las Iglesias, subrayó.
Sin embargo, con el registro propuesto, coleccionistas, curadores de arte, propietarios y encargados de casas de subastas y antigüedades podrán saber si las obras que les son presentadas a la venta son lícitas o no”, destacó.
Enseguida, la legisladora por Colima aseveró que el patrimonio artístico e histórico carece de la protección debida, el tiempo pasa sin que se realicen las acciones para su catalogación y preservación.
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