Análisis Político
Por: Abel González Sánchez
El servicio del trasporte público aquí en Colima y en la mayor parte del país vive una situación muy crítica, pero en otros países están peor, simplemente lo suspenden en determinadas regiones por la quiebra de los transportistas, como en Brasil, Venezuela, Colombia, entre otros, en cuanto a México, los estados de Michoacán, Oaxaca, Tabasco, Guerrero, entre otros, viven situaciones mas complejas, en Chiapas el pasado 9 de enero cuando anunciaron el aumento a 6 pesos tuvieron que revocar el aumento a la tarifa por el descontento popular, por la intromisión de los partidos y por la grilla.
Pero es imposible que las empresas, propietarios y concesionarios del servicio puedan aguantar los constantes incrementos a la gasolina y el diésel, sin que los gobiernos les autoricen en forma automática el incremento de las tarifas, es decir mientras que los concesionarios padecen el incremento del costo de los combustibles y aumentos en los precios de las llantas, balatas, o mantenimiento de las unidades en forma constante, antes era cada mes el aumento a gasolinas, los gobiernos no autorizan incrementar sus tarifas por razones económicas sociales porque afectarían a la economía familiar.
Sin embargo deberían ser congruentes con la realidad, para en el caso de nuestro país por lo menos cada año un aumento de 50 centavos no impactaría, pero pasan hasta 5 años, los descapitalizan, provocan que no puedan comprar unidades nuevas, es por ello que el incremento al pasaje en el servicio público urbano en la zona conurbada Colima- Villa de Álvarez, es razonable, aun cuando se considere mucho, ya que es de 6 a 8 pesos, pero esto se debe a que no hay todavía una política tarifaria anual conforme a la inflación.
En varios países y también en el D.F. los gobiernos implementan el servicio público subsidiado o administrado por las mismas autoridades gubernamentales, así funciona el propio Metro, camiones tranvías, metrobus y doble piso, inclusive les dan créditos blandos y subsidian camiones nuevos a los concesionarios o empresas para modernizar el transporte, así gastan cientos de millones de pesos mensuales, pero consideran que es parte del gasto público para regular y mantener el desarrollo de la economía mediante un transporte barato y moderno, así sucede en las grandes ciudades de varios países.
En los Estados Unidos, los gobiernos han mantenido el apoyo subsidiado o gratuito en el transporte a los estudiantes porque considera que el servicio es básico, aunque esto es tema de países desarrollados que tienen recursos, nuestro país y los estados están prácticamente quebrados, por ello no podemos comparar a Colima con esos esquemas, no debemos tampoco compararnos en el servicio a Querétaro, Estado de México o Jalisco y de otras grandes ciudades, porque el aforo aquí es muy bajo.
En resumen el aumento al costo del pasaje es justo y necesario y más cuando son los propios transportistas los que asumen el gasto o costo del subsidio del descuento del 50% a los estudiantes, personas de la tercera edad y personas con discapacidad, lo que si vale la pena es que los transportistas adopten nuevos esquemas de rutas especiales para efectuar los cambios de un camión a otro mediante un solo boleto que resulte más económico que pagar dos y cuatro boletos diarios por trasbordar, además urge proyectar rutas rápidas que solo pasen por los diferentes anillos periféricos más importantes, salidas directas de las colonias más pobladas como Villaizcalli, al centro, sin desviarse a otras colonias, la agilidad en el transporte urbano y sub urbano que van a las comunidades sin respetar horarios es tema de todos los días, y algo deben aportar los transportistas, urge más imaginación.