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Colima, Col.- Luego de rescatar el empate 2-2 como visitante, América quiere asegurar su pase a la final del Torneo Clausura 2013 de la Liga MX cuando reciba a un Monterrey que necesita de la victoria o igualar a tres goles o más.
El estadio Azteca será el escenario del juego de “vuelta” de semifinales, donde capitalinos y regiomontanos se verán las caras este sábado cuando el reloj marque las 17:00 horas y el balón comience a rodar.
Luego de las dudas que generó en la “vuelta” de cuartos de final ante Pumas de la UNAM, el conjunto de Coapa se encargó de sacudírselas en el Tecnológico, donde fueron mejores durante gran parte de los 90 minutos, pero sin poder reflejarlo con un triunfo.
Más allá de que dieron una gran exhibición, los pupilos de Miguel Herrera, quien ya podrá estar en la banca tras pagar su partido de castigo, no pueden caer en excesos de confianza y mucho menos cederle la iniciativa al rival, porque los norteños sí cuentan con las armas al frente para aprovechar esa oportunidad.
Para avanzar a la final por el título, al cuadro de Coapa solo le basta el empate a cero goles, a uno o a dos, ya que su mejor posición en la clasificación general es mejor, y cualquier triunfo también lo clasifica.
La última vez que las Águilas llegaron con ventaja a un juego de “vuelta” de semifinales fue en el Clausura 2007, cuando vencieron 1-0 a Guadalajara y le repitieron la dosis en los segundos 90 minutos.
Mientras, Rayados enseñó que un equipo puede ser dominado durante gran parte del juego y que eso no es ningún impedimento para rescatar una igualada que los tiene en la pelea y con serias posibilidades de avanzar.
El técnico Víctor Manuel Vucetich dejó en claro una vez más que sabe de manera sobrada de este negocio, al realizar los cambios en el momento exacto y lograr el empate, algo que puede marcar la diferencia en este cierre de eliminatoria.
Para llegar a los partidos por el título, los de Monterrey necesitan el triunfo por cualquier marcador, o en su caso un empate por tres o más goles, ya que el tanto de visitante inclinaría la balanza a su favor.