Piden policías intervención de la CEDH ante la SSP para dignificar su labor

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*Trabajan con horarios inhumanos y represión, además que no cuentan con todas las prestaciones de ley, exponen en la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Oscar Cervantes|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- Decenas de policías estatales acudieron este lunes a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para solicitar su intervención ante la Secretaría de Seguridad Pública y se dignifique su labor, ya que consideran que sus derechos humanos han sido vulnerados.

A nombre de los inconformes, Juan Nazario Alfaro Palacios, quien es integrante de la Policía Estatal Acreditable, explicó que 150 elementos estatales firmaron la queja ante la CEDH donde se incluyen temas como la privación ilegal de sus descansos, acuartelamientos y horarios inhumanos de 24 por 24 horas.

“Ninguna persona puede soportar ese horario, porque son tres días continuos los que se trabaja, cada empresario le da a sus empleados ocho horas de labores y el resto del día descansan”, ejemplificó.

Consideró que les falta estar más equipados para realizar de mejor forma su labor, no obstante pidió que se explique en qué se invertirán los 32 millones de pesos anunciados por la Secretaría de Seguridad Pública.

En promedio, explicó que un policía gana 11 mil pesos mensuales pero no cuentan con prestaciones de ley, sin embargo en cuanto al seguro de vida, no se les entregan los 150 mil pesos completos.

Comentó que a raíz de la primera manifestación que hicieron, no hubo acercamiento de parte de la autoridad, tampoco en las reuniones de seguridad donde a su parecer se debe incluir al personal de tropa que son quienes enfrentan a la inseguridad de tiempo completo.

En ese sentido, reveló que tras la primera manifestación de sus inconformidades sufrió represalias en su contra, ya que lo cambiaron de lugar de trabajo y, por lo tanto, solicitaron apoyo al Congreso del Estado.

Juan Nazario Alfaro comentó que también hay mujeres inconformes con las condiciones laborales que enfrentan, quienes también han tenido miedo de las represalias de las autoridades policiales y trabajan bajo amenazas de que serán despedidos.