Por: Mario Acevedo Manzano
El gasto público estatal es el principal instrumento para el desarrollo económico a partir de una derrama de 16.8 miles de millones de pesos a gastarse el próximo año, resulta lógico el impacto natural de esa cantidad de dinero en el crecimiento de la economía estatal y el bienestar de los colimenses.
El paquete económico que comprende el Ingreso-Gasto del Gobierno estatal en el próximo año se debe analizar desde la perspectiva de los Ingresos y la composición del Gasto, en los ingresos se mantienen los índices de años anteriores y el gobierno del Estado recibe de la Federación Participaciones en efectivo y Aportaciones en obra pública que alcanzan hasta el 95% del Presupuesto estatal de ingresos y únicamente el 5% son recursos fiscales son recaudados por la Tesorería estatal, o sea, todos los gobiernos estatales son dependientes del Gobierno federal y aquí encontramos la principal falla estructural de los ingresos de la entidades federativas, pues, le recuerdo apreciable lector, como al Estado de Colima y todas las entidades del País, los ingresos fiscales de cada entidad son calculados en base a una bolsa que incluye el total recaudado en ISR e IVA más otros rubros y de esa bolsa, el gobierno federal se queda con el 80% y reparte a todos los gobiernos estatales un 20%, ¿porque 80-20 y no un 70-30? que debería ser lo justo para aumentar el ingreso y por consiguiente, el Gasto Publio estatal. Y, ¿sabe porque esa mala distribución de los recursos fiscales que se recudan en cada territorio estatal? Es por nuestros representantes en el Congreso de la Unión que no son capaces de hace modificaciones a la Ley de Coordinación fiscal para dotar a todas las entidades de una distribución más equitativa de nuestros impuestos.
El Presupuesto de Egresos se destina principalmente a dos grandes apartados del Gasto; el primero es el gasto en el mantenimiento del aparato del Estado y se le identifica como Gasto Corriente en donde se asigna el dinero dedicado al pago de nómina, gastos de administración y mantenimiento de los espacios físicos de las oficinas gubernamentales, esta clasificación del gasto no la dan los voceros oficiales, pues, al clasificar el gasto público como gasto corriente e inversión, sucede que son muy costosas las administraciones públicas estatales y municipales al pasar de más del 50% del gasto corriente sobre la inversión y si consideramos el pago de intereses por la deuda pública, entonces el gasto de inversión se reduce hasta un 20% del total de los egresos.
Gobiernos menos costosos y más eficientes es el reto de la mayoría de las administraciones públicas estatales, pues, en todo el País, los costos administrativos del gobierno absorben la mayor parte de los ingresos de las Tesorerías estatales.
Se necesita una verdadera reforma fiscal integral para devolver a los Estados de la República su potestad para cobrar impuestos, en la actualidad, las entidades cedieron al gobierno federal por medio de los Convenios de Coordinación Fiscal sus facultades recaudatorias y el Gobierno federal se queda con la mayor parte de los impuestos, a tal grado que, mientras el Presupuesto de Egresos