MITOS Y MITOTES

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USO DEL VETO

Por: Florencio Llamas Acosta

El sistema político colimense es dinámico y experimenta cambios en la forma en que interaccionan las instituciones del poder en la entidad, un ejemplo de estos cambios es la relación que se empieza a gestar entre el poder ejecutivo y legislativo, pasando de una relación de subordinación a una de coordinación y respeto, relación en la sociedad civil empieza a interactuar con los poderes, a hacerse escuchar y exige ser tomada en cuenta en sus decisiones, tal es el caso de la “Ley Chaleco” en la que el rechazo de los ciudadanos que utilizan este medio de transporte y la sensibilidad política del gobernador Mario Anguiano Moreno motivó a que el mandatario vetara el artículo 15 bis de la Ley de Transporte y Seguridad Vial que aprobó el Congreso Estatal recientemente y que establecía la obligatoriedad de uso de chaleco con matrícula impresa para los motociclistas.

Ante el reclamo de los usuarios de las motos y la presión de las fracciones legislativas del PAN,PRD, PVEM y la apertura del PRI y PANAL, el ejecutivo se dio a la tarea de sostener un encuentro con los dirigentes de diversas cámaras empresariales así como con representantes de organizaciones y clubes de motociclistas en las que escucho sus planteamientos y en un diálogo franco y abierto buscado los consensos entre las partes, se anunció cambios a la reforma a la Ley del Transporte y Seguridad Vial aprobada por los diputados el pasado 24 de junio, con el decreto 333 y en uso de sus facultades el gobernador, vetó la ley y dispuso retornar con los legisladores solicitando valorar la eliminación de la obligación de portar chaleco.

Este es un hecho significativo pues por lo menos en los últimos 20 años ningún gobernador de Colima había vetado una ley aprobada por los legisladores locales, esto señala pues que estamos en una nueva etapa de las relaciones entre los poderes en los que la idea de los equilibrios empieza a ser una realidad.

Es trascendente porque el gobernador da marcha atrás a una ley que tuvo su origen en el propio ejecutivo, que el Congreso aprobó por mayoría simple sin previa consulta pública y sin el consenso de todas las fracciones. Ley que fue enviada al ejecutivo para su publicación y cumplimiento, sin embargo ante el reclamo de los motociclistas y clubes el gobernador en un acto de sensibilidad política decidió no publicarla y escuchar y atender a los ciudadanos, y haciendo uso de las facultades que le otorga el Artículo 59 de la Constitución Política del Estado de Colma que dice, “El Gobernador no puede: (REFORMADA, P.O. 23 DE SEPTIEMBRE DE 1989) I. Negarse a publicar las Leyes y Decretos del Congreso sólo en el caso de que le parezcan contrarios a la Constitución del Estado, a la Federal, o restrinjan las Facultades del Ejecutivo, notificándolo a la Legislatura para que se proceda en los términos del Artículo 40 de esta Constitución” regresa de nuevo al poder legislativo el decreto para su revisión.

En este sentido el Diccionario Universal de Términos Parlamentarios nos dice que: “El veto es la facultad que tienen los jefes de Estado para oponerse a una ley o decreto, que el Congreso le envía para su promulgación; es un acto en el que el Ejecutivo participa en la función legislativa. Esto forma parte del sistema de contrapesos entre el ejecutivo y el parlamento; así mientras el presidente puede vetar la legislación, el parlamento puede superar ese veto con un voto de dos tercios de ambas cámaras”.

Qué bueno que tenemos una sociedad que se hace escuchar, pero más bueno tener gobernantes sensibles que atienden las inquietudes de los ciudadanos ¿O usted cómo lo piensa?

 

 

 

*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.

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