MITOS Y MITOTES

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PRIMER INFORME DE JIPS

Por: Florencio Llamas Acosta*

“Lo hicimos posible” es la frase con la que el gobernador Nacho Peralta desea posicionar en los colimenses, con motivo de su primer informe de gobierno, el mensaje político que englobe y describa lo realizado en los primeros 8 meses de su gobierno, periodo sin lugar complicado por el desequilibrio de las finanzas estatales, por el clima de inseguridad que amenaza la tranquilidad de los colimenses y por la alta competencia política que generó inestabilidad.

“Lo hicimos posible” pudiera parecer una frase triunfalista para muchos, sobre todo tomando en cuenta que apenas inicia esta administración y por ende, los programas y políticas públicas estatales se están dibujando en el escenario estatal, sin embargo, puede ser una frase que pretenda generar certidumbre y confianza al sembrar la idea de que hay rumbo y capacidad de respuesta, considerando los obstáculos a los que se ha enfrentado esta administración.

Y aunque es muy pronto, pues aún no se cumple el año, José Ignacio Peralta tiene que presentar el informe como lo estipula la Constitución del Estado de Colima en su artículo 31 en el que establece “En la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Período de cada año de ejercicio del Congreso, el Gobernador del Estado presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública de la Entidad y el cumplimiento del Plan Estatal de Desarrollo”.

El informe, enmarcado en lo estrictamente legal, obliga al poder ejecutivo a hacer un esfuerzo de reflexión para autoevaluar la situación de la administración y los alcances en relación a los retos planteados en el Plan Estatal de Desarrollo plasmándolo por escrito y entregándolo al poder legislativo para que al arranque de las sesiones ordinarias.

Con los resultados plasmados en el documento los diputados están en condiciones de fiscalizar el desempeño de la administración generando un proceso de intercambio de informaciones y opiniones en las comparecencias de los funcionarios estatales, para que facilite a los poderes legislativo y ejecutivo construir las sinergias necesarias para validar los presupuestos y políticas públicas que coadyuven desde sus respectivas trincheras y facultades a promover el desarrollo del estado.

Sin embargo, existe la tentación política de utilizar el tiempo del informe para generar un espacio de conflicto político en la que el gobierno busca persuadir mediante estrategias de marketing de logros inexistentes, y por otra parte, la oposición intenta con su crítica devaluar el esfuerzo de la administración desconociendo lo que verdaderamente se ha logrado.

Por ello, el informe debe ser un espacio para que mediante el diálogo el poder ejecutivo y el legislativo construyan las coincidencias que permitan seguir impulsando el desarrollo de la entidad y mejorando la calidad de vida de los colimenses y no sea una oportunidad para que conviertan la rendición de cuentas en una lucha que enfrenta, desgasta y distrae a ambos poderes en los verdaderos enemigos de los colimenses, ¿o usted como lo piensa?

 

 

*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.

Correo electrónico: [email protected]

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