METIÓ REVERSA

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AL DESNUDO

Por: Édgar Rodríguez H.

La noticia sobre la reducción al presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma Metropolitana, por parte del gobierno del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, sorprendió no sólo a esas tres instituciones educativas, sino también al resto de las universidades públicas del país.

El recorte estaba contemplado en el presupuesto de egresos para 2019, la UNAM, una de las universidades con un gran prestigio en el ámbito internacional vería mermadas sus finanzas en más de un 6 por ciento al igual que la UAM. Al respecto, en sus primeras declaraciones, López Obrador, negó tal reducción además de señalar que se tenía que hacer más con menos, seguramente porque aún no sabía y si lo sabía no le importó, lo que se vendría después.

El Rector de la UNAM como de la UAM, reaccionaron y emitieron su respuesta ante tal disparate presupuestal que impactaba a las universidades públicas, además de que iba en contra de una de las promesas de campaña de López Obrador, incrementar la matrícula universitaria. El diario Reforma incluso publicó que, en 2018 a la Máxima Casa de Estudios del País, con una matrícula de 350 mil estudiantes, se le destinaron 38 mil 300 millones de pesos; para este año (2019) son 37 mil 277 millones, es decir mil 23 millones de pesos menos.

La inconformidad de la comunidad estudiantil y de los diferentes sindicatos universitarios que amenazaron con llevar a cabo sendas manifestaciones en la Cámara de diputados para este jueves, obligaron a López Obrador -entre otras cosas- a meter reversa a sus intenciones de bajar el presupuesto.

Algo que aceptó e incluso justificó, simplemente lo calificó más tarde como un error. “Fue un error y en mi gobierno los errores se corrigen y se van a entregar a las universidades el presupuesto completo, pero deben actuar con austeridad.”

Lo anterior, además de sorpresa, denota que los innumerables recortes a diferentes instituciones gubernamentales e instituciones autónomas traerán más reacciones. Por lo pronto, al menos así parece, logró corregir un tema que le hubiese traído repercusiones sociales graves.

Y es que López Obrador no la tiene fácil, con tantos programas sociales que pretende implementar, requiere de mucho presupuesto y el obtenerlo radica mucho en los recortes presupuestales que entrarán en vigor el próximo año, y no tanto en la corrupción que llevará muchos, muchos años o sexenios erradicarla.

Se dice que…

*Es verdad que las Universidades públicas no sólo requieren que se les respete su presupuesto, sino incluso que se les aumente, pero también debe decirse, hay abusos por parte de algunos rectores de las universidades públicas que se despachan con la cuchara grande. La Universidad de Colima, es uno de esos casos.

*De echarse un clavado a las diferentes páginas –opacas- de transparencia de las universidades públicas, se podrán sacar muchos trapitos al sol. Entre otras cosas, que hay rectores que ganan como ministros de la Suprema Corte.