Los Mártires del Sexenio de Mario Anguiano

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

Desde hace casi dos años los colimenses leímos una y otra vez la historia del saqueo más grande a las arcas públicas que se había hecho presuntamente por el ex gobernador Mario Anguiano Moreno y los integrantes de su administración, mismos que ocupaban las secretarías del Gobierno del Estado y las direcciones de alto nivel en las diferentes dependencias. Todos comenzamos a pedir cuentas claras, todos necesitábamos ver al culpable o a los culpables del empobrecimiento de Colima tras las rejas, por lo menos, esa era la versión que nos ofrecieron una y otra vez los detractores de Anguiano Moreno, quienes en diferentes espacios de comunicación señalaban los desvíos de recursos y un presunto enriquecimiento del ex mandatario y su equipo.

Conocimos la historia de los finos caballos que a Mario Anguiano y a sus ex colaboradores les gustaba coleccionar, prácticamente la imagen del ex gobernador era seguida con sigilo en redes sociales y en cualquier evento en el que él aparecía. Recuerdo la fotografía que se viralizó cuando el ex mandatario acudió al Festival Internacional del Globo en el estado de Guanajuato, imposible olvidar los miles de comentarios en diferentes muros en donde fue compartida esta imagen. Pero después de eso hubo otra momento que inundó los espacios informativos, me refiero a las fiestas charro taurinas de Villa de Álvarez, donde hacía su aparición cabalgando mientras al mismo tiempo repartía billetes, los cuales eran lanzados al aire para que el pueblo los recogiera. En esa ocasión fue despedido entre aplausos y ovaciones por algunos, pero los críticos coincidieron en que se trataba de una especie de burla puesto que en esos momentos Colima enfrentaba una severa crisis financiera que con austeridad y con la observancia de un buen gasto ha logrado sanear en un porcentaje considerable las economías del estado.

Pero eso no es todo, la diputada local Martha Leticia Sosa Govea lo traía “de a tiro por viaje”, es decir, cada que le era posible mencionar el tema lo hacía de tal manera que a los colimenses no nos quedaba la menor duda de que alguien había hecho un uso indebido de los recursos públicos, en radio, en medios impresos, en medios electrónicos, se pudo ver la constancia de Sosa Govea para atacar de manera directa y voraz al ex mandatario y a quienes formaron parte de su equipo, situación que sorprendió cuando la legisladora aprobó la sanción de casi 45 millones de pesos y 23 años de inhabilitación para ocupar cargos públicos, dando una explicación larga y lamentosa que concluyó con su aprobación para las sanciones.

El más aguerrido de todos los panistas fue sin duda Jorge Luis Preciado Rodríguez, quien durante la campaña no escatimó ni recursos, ni espacios de comunicación, ni las oportunidades en los mítines políticos para señalar una y otra vez las maneras dudosas de cómo se habían manejado las arcas públicas, e incluso daba cifras y cómo olvidar la historia del avión de Casa de Gobierno, en la que se repartieron durante la madrugada miles de panfletos que nos mostraban una biografía detallada de Mario Anguiano y los integrantes de su gabinete. Al grito de “Alégrense ya se van”, los hizo aparecer ante la opinión pública como la peor administración estatal de la que se haya tenido registro, y exigía no solamente el encarcelamiento, sino que regresaran lo que se habían robado y la venta inmediata del avión.

Martha Zepeda del Toro, Leoncio Morán Sánchez y los integrantes del Partido Acción Nacional encabezados en ese entonces por Jesús Fuentes Martínez, seguidos de Gretel Culin, Enrique Michel, Gina Rocha, Yulenny Cortés, Martha Sosa, Gaby Sevilla, Mirna Edith Velázquez, Eloísa Chavarrías, en fin, todos los hijos de Acción Nacional  junto con el PRD y el Movimiento Ciudadano, pedían la cabeza de Mario Anguiano Moreno y de sus colaboradores.

Incluso hay que recordar que durante el debate de los que fueron candidatos a la gubernatura del estado en el 2016, hasta el hoy gobernador José Ignacio Peralta Sánchez tuvo un discurso para que se investigara la administración de Anguiano Moreno. El mejor que nadie, es el principal testigo del estado en que le dejaron la administración pública y él es quien más conoce cuáles fueron las dependencias en donde se detectaron los principales boquetes financieros, mismos que durante dos años ha tratado de sanear y en ningún momento bajó la guardia con respecto al tema, al contrario, fue respetuoso de la ley y de las decisiones del Congreso.

Hasta ahí los colimenses teníamos la película llamada “Mario Anguiano y los despiadados colaboradores”, sin embargo, el titular del OSAFIG, Armando Zamora González salió a desgarrarse las vestiduras y a pedir una moción de piedad ante el duro látigo de castigo que el Congreso Estatal había impuesto a Anguiano Moreno, y al largo listado de sus ex colaboradores, que estuvieron señalados y auditados durante los últimos dos años, en los que se presume revisaron con lupa el manejo de los recursos públicos.

Zamora González salió a decir disculpe usted señor ex gobernador, disculpen ustedes ex funcionarios y pido a la sociedad que se coloque la primera piedra del “Santuario de Los Mártires del Sexenio de Mario Anguiano”, mismos que han sido señalados, acusados, desprestigiados y cuestionados por los pecadores que forman parte del Congreso en funciones,  de los diferentes grupos políticos y de la actual administración. No puedo dejar de mencionar a los más pecadores de todos, a los mal pensados ciudadanos que durante todos estos años los acusaron de robarse dinero, el cual no es que se lo hayan robado, fue utilizado para otros fines y aunque eso no es correcto, los hace merecedores de la gloria y del indulto.