LECTURAS

0

RUMBO A LA EXTRAORDINARIA 

Por: Noé Guerra Pimentel

Puestos por la antigüedad de los respectivos registros de las siglas de sus partidos y por cuestión de espacio, solo me referiré a los inscritos y a los aceptados con posibilidades reales como aspirantes a la gubernatura del Estado de Colima con miras a la elección extraordinaria a realizarse en menos de dos meses. Del resto, evítenme la fatiga y reciban mi disculpa pero ni caso tiene.

Así lo que primero llama la atención es que no obstante que en el PAN originalmente se hicieron públicas dos inscripciones, la de Jorge Luis Preciado y la de Riult Rivera, sin mediar la mínima y necesaria explicación el órgano interior de dicho partido resolvió de dos, sí, efectivamente, pero ¡Oh! ¡Sorpresa! No sobre los dos mencionados, sino por el primero y por Luis Humberto Ladino, inscrito de última hora, jugada de tres bandas que si la vemos así, permitirá a Preciado dar tres golpes en uno; primero, hacer precampaña pública (¡Claro! “dirigida a los militantes de su partido”) por todo el Estado; segunda, le quitan de en medio a un posible estorbo que a lo mejor le daba la sorpresa y se la bajaba desde el interior de su propio PAN ¿y para qué arriesgarse, verdad? Y, tercera, la última y más importante, en caso de que la FEPADE lo llame a cuentas, como es muy posible por su comprobado delito electoral como falsificador de documentos oficiales, según lo dictaminó y reveló el TEPJF cuando anuló la elección, el Güero Ladino no le sería problema.

No obstante este acontecimiento por sí, y otros que no han salido a la luz pública pero que irán saliendo, se revelan varias cuestiones que deben tener más que preocupado al virtual Candidato panista y es el hecho incontrovertible de que al interior del PAN no las tiene todas consigo, si las tuviera no hubiera caído en el exceso de suprimir de un plumazo el nombre de otro militante que solo hacía uso de sus derechos políticos y partidistas, como lo era el diputado local Riult Rivera, de quien su eventual registro se apreciaba más como la legitimación democrática interna de un partido el PAN que una real competencia para quien se ostenta con un triunfo cantado en no sé cuantas ni cuales encuestas, partido el de él donde por actos como éste se ve que no la hay, que desmiente lo que afirma y donde él, Preciado (“El PAN soy yo”) ya se abrió un boquete que sin duda le hará agua. Al tiempo. Mientras tanto ya la enderezó contra el Gobierno Federal por estar apoyando a los grupos vulnerables del Estado, igual estaría a falta de propuestas y de proyecto de gobierno, no lo duden, si no lo estuviera haciendo y así seguirá.

En el PRI se vio exactamente lo contrario con el registro de un precandidato congruente y solvente como lo ha sido José Ignacio Peralta, quien consciente del pasado reciente que lastimó y dañó seriamente su candidatura, al grado de haberle anulado un legítimo triunfo, se ha dado a la tarea de convocar, replantear, renovar, aglutinar fuerzas y voluntades en torno a su proyecto en todos los planos, tanto al interior como al exterior, logrando sumar a otras fuerzas partidistas y políticas como el PANAL, el PVEM, el PT y el PRI, cuya dirigencia y bases están siendo renovadas y que unidas en la víspera electoral lo llevaran como su abanderado, ello, además de concitar la simpatía de liderazgos y cuadros valiosos de otras instancias partidistas y de la sociedad civil, mismos que en su momento podrán hacer la diferencia frente dos adversarios caracterizados por su beligerancia provocadora, violencia verbal, actitudes revanchistas y proclividad al escándalo mediático. Saben a quienes me refiero, saquen ustedes sus conclusiones.

En otro escenario encontramos a un Leoncio Morán, dueño absoluto e indiscutible de la membrecía local del Partido Movimiento Ciudadano (PMC no MC), del que es su fundador, Presidente y obvio, su Candidato, aunque se debe aclarar que él aceptó o mejor dicho motivó que también se inscribiera otro aspirante de su mismo origen, Juan Carlos Olave, a quien francamente desconozco pero que ya un medio local calificó de “Patiño”, junto con Luis H. Ladino, aunque el primero de Locho y el segundo de Preciado y quienes coincidentemente servirán para lo mismo, o sea para legitimar inexistentes democracias internas y, por supuesto, ser usados para que los verdaderos precandidatos, tanto Preciado como Locho, hagan su pública “campaña interna”, porque así, sí está permitido, según el consejero presidente local del INE.