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BAJO EL IMPERIO DE LA LEY

Por Noé GUERRA PIMENTEL

Ya, al fin parece que la legalidad, exhibidos y a coscorrones desde el Tribunal Electoral del poder Judicial de la Federación, se está imponiendo a la vocación abusiva, prepotente, arbitraria e ilegal con la que desde el primer día de octubre vino actuando la fracción panista y su incondicional en el Congreso local. Ya los Michel, Valencia, Becerra y Dueñas ahuecaron el ala y al parecer (no me crean del todo, tengo mis dudas), ya no regresarán a mal aconsejar y con sus actitudes a ningunear a sus correligionarios del PAN. Esperemos.

Fue necesario que una instancia superior, la más alta, les espetara que su “libre interpretación” de los artículos 55 y 57 de la Constitución estaba mal, tal y como aquí se los señalé el miércoles pasado, para no sin rezongar y tratar de boicotear el mandato, accedieran a ajustarse a la letra constitucional que con claridad indicaba el procedimiento legal muy por sobre las convenencieras opiniones y supuestos de la desacreditada y de triste memoria, actual vocal del INE, María Elena Ruíz Vizfocri, quien por enésima ocasión hizo evidente su parcialidad como jurista, mientras que otros, los mismos que en el pasado inmediato urdieron las peores pifias jurídicas en el PRI, hoy, vestidos con el azul de la traición, las vuelven a cometer pero ahora en el PAN, a donde se fueron “por 3 monedas”.

LVII Congreso Local Colima

De esta manera fue hasta el viernes 30 cuando contra viento y marea y el risible concluyente argumento de que “Inmediato es lo mismo que mañana” (Martha Sosa, dixit), finalmente se eligió al Gobernador interino, recayendo dicha distinción en el licenciado Ramón Pérez Díaz, misma sesión en la que la diputada priista Graciela Larios hiciera la oportuna y pertinente moción de modificar el dictamen, en el sentido de no definir la temporalidad, propuesta congruente dadas las circunstancias electorales, misma que inmediatamente, ahí sí, fue desechada por la mayoría panista y su incondicional del Partido Movimiento Ciudadano (MC: de Mentiritas en Colima), para luego dar reversa ¿otra vez? y este sábado 31 tener que autoenmendarse la plana, so pena de otro zoquete jurídico, para aceptar en sus términos la propuesta de la experimentada Larios Rivas.

Procedimiento que finalmente quedó consumado este domingo 1 de noviembre con la accidentada y muy desorganizada sesión solemne del Congreso del Estado donde se tomó la protesta y se dio asunción al cargo de Gobernador interino al licenciado Ramón Pérez Díaz, un hombre prestigiado, honorable, probo a carta cabal que en su discurso tuvo a bien puntualizar la definición de su encomienda desde la gubernatura y compromiso con el bienestar de las y los colimenses a los que servirá, dijo, con una administración transparente, honesta, plural de respeto institucional y absoluta honradez. Condiciones a las que conociendo al hasta el sábado por la noche notario y dirigente de los notarios en el Estado, no tenemos ninguna duda que se habrá de ajustar y cumplir plenamente, sabedor además de que le está correspondiendo protagonizar una etapa histórica de la vida de Colima.

El mismo viernes 30 por la tarde se llevó la renovación del tricolor en el Estado, responsabilidad que de manera natural y hasta lógica, con los protocolos perfectamente cubiertos, recayó en Rogelio Rueda Sánchez, quien es de prever que junto con el coordinador de la bancada priista, el diputado Federico Rangel Lozano, este último ya más tranquilo y sosegado, más enfocado, políticamente se habrán de resolver los entuertos y salvar los obstáculos que en lo sucesivo tenga que enfrentar el PRI tanto dentro como fuera del Congreso del Estado y con miras a la elección que los colimenses habremos de repetir en diciembre.

Como siempre lo hace Jorge Luis Preciado, el sábado salió con otra ocurrencia en el mitin al que con bombo y platillo con mucha anticipación habían convocado las huestes panistas, obvio con el doble propósito de denostar y descalificar el eventual cuanto ya previsto triunfo priista (según dictamen previo) a favor de Nacho Peralta por la gubernatura o en su lejanísimo caso ¿¡quien quite!? celebrar su remoto triunfo; ni lo uno ni lo otro y ante su desangelado mitin, no obstante que al más puro estilo priista acarrearon gente de todo el estado, solo se contradijo “festejando la anulación de la elección por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que así, según dijo, se le hizo justicia a Colima”, misma instancia superior que, cabe apuntar, un día antes, vía la coordinadora de la fracción del PAN en el legislativo y su personera del PMC, públicamente habían contradicho y hasta descalificado en su definitiva disposición de “nombrar gobernador interino en los términos constitucionales”.