Por Manuel Olvera Sánchez
(Primera parte)
Inició la presente colaboración diciendo que hoy en día, hablar de una educación incluyente resulta demasiado critico, ya que si bien es cierto que las autoridades educativas han trabajado en este tema en particular, es muy importante resaltar que en muchos de los casos estos esfuerzos se ven frenados en respuesta a la poca sensibilidad y empatía que presenta la sociedad para con esta problemática.
Asimismo diremos que actualmente en las escuelas del país, se encuentran alumnos que por tener diferentes tipos de aprendizaje, o solo por tener capacidades diferentes, son discriminados y aislados en aulas especiales.
Esta conducta de discriminación afortunadamente ha sido atendida no solo por el Gobierno; sino también la iniciativa privada, que ha jugado un papel importante en este tipo de casos, no solo en México; sino que en varios países del continente Americano; pues hoy en día existen instituciones que contribuyen en gran medida a atacar este problema.
Igualmente cabe resaltar el trabajo desarrollado por los legisladores que ante el crecimiento de este fenómeno, han realizado reformas importantes a la Ley General de Educación, esto con la finalidad de generar las condiciones propicias para que los alumnos que se encuentran con algún tipo de discapacidad, no sean discriminados y se cumpla con un derecho que tenemos todos los mexicanos, como es el acceso a la educación.
Sin duda que lo anterior ha sido el resultado de valorar que según datos recabados hace tres años, las personas que en nuestro país tienen algún tipo de discapacidad son 5 millones 739 mil 270, cifra que representa 5.1% de la población total.
Al referirnos a las Necesidades Educativas Especiales, estamos considerando que el maestro o la maestra, ya realizó una valoración a fondo del alumno (a), estableciéndose prioridades que permitan decidir qué tipo de adecuaciones se requieren, ya sean adecuaciones de acceso al currículo, o de adecuaciones en los elementos del currículo.
En lo que respecta a las adecuaciones de acceso al currículo, podemos decir que estas consisten en realizar cambios en la construcción de los edificios educativos, o provisión de recursos especiales que van a permitir que el alumno o alumna, puedan desarrollar el currículo ordinario, o en su caso, el currículo adaptado.
En respuesta a lo anterior se dan casos en que sólo basta construir una rampa, colocar barandales, o también la señalización en Braille, para que se den las condiciones de libre acceso de los alumnos con necesidades educativas especiales en toda la escuela.
Otra de las acciones que se deben llevar a cabo por parte de los docentes es que en función a las necesidades del alumno, radica en colocar el mobiliario al interior del aula, de manera que la interacción del niño con el maestro y sus compañeros, e incluso, con el uso de los materiales didácticos, sean lo más practica posible y facilite al alumno su aprendizaje.
En términos reales hay que mencionar que existen otros tipos de discapacidad, que requieren de apoyos técnico o materiales específicos, como en el caso de alumnos con discapacidad motora, que requieren de mobiliario especial, y los niños con discapacidad visual para lo cual se requiere la maquina Perkins o el ábaco Cramer, y los niños con algún grado de discapacidad auditiva a quienes se les deben adaptar auxiliares para escuchar mejor.
En lo que compete a las autoridades educativas de nuestro Estado sobre este tema, vale señalar que se ha prestado especial atención a esta problemática; pues según datos del INEGI, éste reporta que nuestra entidad solo se encuentra por abajo de Nuevo León con un 43 %, y Colima con un 41% de cobertura en escuelas de educación básica regular, que cuentan con apoyo de algún servicio de educación especial.
Hay que decir que en Colima funciona exitosamente el bachillerato No. 19 (CBTis), que atiende a personas con necesidades especiales, mismo que inició hace más de cuatro años con 17 alumnos y actualmente brinda asesoría a 198 estudiantes que no solo son de Colima, ya que también asisten de los vecinos estado de Jalisco y Michoacán.
El equipo de trabajo de dicho bachillerato está integrado por seis docentes que manejan entre otras cosas, el lenguaje de señas y el sistema Braille, contando además, con una profesionista para apoyo psicológico.
La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.
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