La Panga

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Crónica de una Navidad Diferente

Por:Mayahuel Hurtado Ortiz

Y después de “El Buen Fin” llegó la Navidad. En algunos hogares porteños era visible la abundancia, se veían grandes bolsas de tiendas departamentales, artículos de electrónica y línea blanca, video juegos y telefonía, eso lo pueden contar aquéllos quienes recibieron puntualmente su aguinaldo. Pero también hubo un gran porcentaje de personas que no pudo cantar victoria, y es desde los descuentos estrepitosos por conceptos de impuestos por las prestaciones de fin de año, quienes sufrieron un duro golpe a sus bolsillos, de un gasto que ya estaba contemplado. Pero además hubo quienes recibieron una parte de la prestación del aguinaldo y tuvieron que replantear los gastos decembrinos, adaptarse a las circunstancias y hubo las peores historias, las de los que no reciben pagos de aguinaldos, ya sea por abuso de sus patrones o por la falta de empleo.

Sin embargo, las posadas algunas muy humildes, otras despampanantes, se llevaron a cabo, en algunas mesas sólo había refrescos y alguna que otra botellita para amenizar la convivencia, pero en otras parecía concurso de botellas, principalmente las de whisky son las más codiciadas en estas fechas, pues finalmente brindar, desahogarse un poco y como dirían Carlos Fuentes y Octavio Paz, el mexicano descarga el alma en los festejos decembrinos.

Pero no solamente se notó una navidad diferente en los festejos, en las calles no percibimos los arreglos que tradicionalmente engalanan nuestra vía pública. Hubo menos foquitos, menos luces, menos iluminación, menos gasto del gobierno en alegrar las vialidades. Porque se sabe que detrás de ese juego de luces viene un fuerte gasto en el recibo de luz. Y lo mismo sucedió en las casas, en donde poco a poco se va extinguiendo la tradición de llenar de luces las fachadas de las viviendas. La gente entiende que festejar la Navidad es garantía de un pago elevado de energía eléctrica, por lo tanto, ha preferido que la tradición se vaya extinguiendo. Lo mismo ocurrió con los árboles y con los diferentes adornos, se quedaron esperando y es que, entre la voraz amenaza de la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el tambaleo de las economías y la alerta de la alza en los precios de la gasolina, y el posterior encarecimiento de los alimentos, y el inminente pago de predial, de agua potable y de otros servicios que cada año pagan los ciudadanos, para ahorrarse unos cuantos pesos por el pago oportuno.

En las dependencias y en las empresas, también se vio la austeridad a la hora de las rifas en las posadas, no fue la misma tradición de otros años, en donde los dueños de las empresas premiaban la productividad y la disposición de sus empleados con buenos regalos o con sobrecitos con premios económicos. La peor parte la llevaron los comerciantes que instalan sus puestos en diferentes lugares del municipio de Manzanillo. Sin duda alguna, fueron los grandes perdedores de esta época, se invirtió mucho en la compra de la mercancía, se pagó mucho por un permiso para vender, pero no todos pueden decir que lograron superar la meta propuesta para ventas en la Navidad.

Y aunque se diga que hay mucha afluencia turística, eso no se ha reflejado en los restaurantes ni en los comercios sencillos que se dedican a la venta de alimentos y artesanías, simplemente no hay dinero o también puede ser que la gente no está gastando, está guardando un colchoncito para hacer frente a la turbulencia financiera que los expertos en economía pronostican para el 2017.

Pero eso no nos impidió ni a usted ni a mí ver la alegría en nuestros hijos, quizá para algunos, la Navidad no fue tan dulce, más bien fue amarga, pero en definitiva el mejor regalo con el que podemos contar en estas fechas es la salud y el trabajo, de ahí en más, todo puede ir mejorando. Un poco tarde para felicitarlo, pero deseo que estas fechas de Navidad que nos invitan a una profunda reflexión logren que nos reinventemos para ser mejores y le voy a compartir una frase “El Guerrero es aquél que se sacrifica por el bien de los demás”. Resurjamos en ese guerrero, muy, muy Feliz Navidad.

LOS REMOS DE LA PANGA

REMAZO: De acuerdo con el muestreo pre vacacional de invierno que realizó la Secretaría de Salud y Bienestar Social, para medir la calidad del agua de las playas de Manzanillo, podemos cantar victoria los porteños. El índice menor a 200 entero cocos fecales por cien mililitros se considera una agua segura para los bañistas y de las nueves playas que tenemos en Manzanillo, todas están muy debajo de esa cifra y a continuación enumeraré: Miramar 25.65, Salagua 29.05, San Pedrito 42.67, Juluapan 43.37, La Boquita 50.06, Las Brisas 50.78, La Audiencia 54.41, El Tapo 64.06 y Santiago con 72.33 entero cocos fecales.

Es decir, ninguna llega a 200 por lo tanto tenemos playas limpias y seguras para el turismo.

REMO: Fuerte corrió el rumor de desabasto de gasolina en algunos estados y con amenaza para Colima, la razón es la rapiña, debido a las tomas clandestinas que existen en la ruta Salamanca- León. Algo deben hacer las autoridades, pues el costo que genera el robo de combustible, lo pagamos los clientes que utilizamos vehículos para el servicio público o privado.