La Longaniza Comercial de Manzanillo

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

Ante la falta de una visión urbanista del nuevo Manzanillo, la avenida Elías Zamora Verduzco que en sus inicios significaba la arteria vial del desahogo vehicular de esta ciudad y puerto, cambió su uso vial a comercial. Si nos remontamos al período de Rogelio Rueda Sánchez como presidente municipal, recordaremos que desde la altura de la actual Farmacia Guadalajara del barrio I, hasta lo que hoy se conoce como el entronque del fraccionamiento Vida del Mar, se amplió esa vialidad a cuatro carriles con la finalidad de que los asentamientos urbanos tuvieran vías de acceso rápido considerando el crecimiento acelerado de la población que en su mayoría provenía de otros estados de la República.

Recordamos como a mediados del año 2001 en el cuarto año de gobierno del licenciado Fernando Moreno como gobernador del estado, se construyen tres vialidades que representan parte del corazón vial de Manzanillo de nuestros días, la avenida Paseo de Las Garzas que une el boulevard costero Miguel de la Madrid hasta el ingreso del fraccionamiento Vida del Mar. La otra es la avenida Elías Zamora en su ampliación desde donde hoy se encuentra la planta refresquera de la Coca Cola hasta la avenida Manzanillo. En un principio a esa avenida se le conoció como la de Las Torres, porque está diseñada para ir paralela a donde se encuentran las torres de luz de la Comisión Federal de Electricidad y su proyecto real de culminación era hasta la parte de Santiago, concretamente hasta el fraccionamiento que colinda con los conocidos popularmente como los edificios de la CROC. La tercera avenida es la Manzanillo, que une a todos los nuevos fraccionamiento desde Salagua hasta Santiago Norte.

Posteriormente la prolongación de avenida Manzanillo se le denominó avenida de Las Rosas misma que termina en el nodo vial que entronca con la antigua autopista conocida como libramiento El Naranjo con el camino a Chandiablo.

No hay problema en el desarrollo vial de Manzanillo porque ante la falta de un diseño urbano que operativamente fuera eficiente se tuvieron que tomar medidas emergentes para la circulación de los vehículos que iban en aumento a la par del crecimiento poblacional derivado de la actividad portuaria que convirtió a Manzanillo en un oasis laboral, trajo beneficios el puerto pero a su vez tuvo que acelerar la construcción de nuevos fraccionamientos y colonias que pudieran dar habitabilidad a miles de familias que necesitaban de un espacio propio para sus familias. Ante la falta de centros comerciales y debido a que todo se concentraba en el centro histórico, el paso continuo del tren y los embotellamientos que este ocasionaba terminó por alejar a la gente de ir a hacer compras a las famosas calles como la Carrillo Puerto, Hidalgo y la avenida México, condenándolas a paulatinamente quedarse solas porque las casas habitación en un porcentaje del 80 por ciento que se encuentra sobre la avenida Elías Zamora Verduzco cambiaron su uso de suelo y se convirtieron en negocios sin ninguna regulación por parte de la autoridad municipal.

Este crecimiento desorganizado no solamente colapsó la actividad comercial del centro histórico sino que trajo severos problemas  viales para quienes buscaban estacionarse y realizar sus compras, de hecho hoy en día, si usted acude a algún comercio de esa zona, el gran problema que usted se encuentra será por la falta de espacio para estacionarse.

Continuó la actividad comercial en la Elías Zamora Verduzco pero de unos años a la fecha el boulevard costero Miguel de la Madrid desde donde nace la zona de Las Brisas conocida como avenida Lázaro Cárdenas y toda su extensión hasta el mercado artesanal en Miramar, se ha llenado de comercios que estratégicamente están ubicados para cubrir no solamente las necesidades de los ciudadanos manzanillenses, sino que en las temporadas de vacaciones pueden dar atención a miles de turistas que arriban a nuestro puerto. Lamentablemente las plazas comerciales fueron construidas después que las avenidas e incluso después de los fraccionamientos, pues Manzanillo solo contaba con la Comercial Mexicana y lo que hoy es Plaza Soriana y en aquélla zona centro se abastecían en la tienda Ley y no había más, pero ahora vemos infinidad de plazas comerciales que se construyen de la noche a la mañana para albergar a las franquicias nacionales e internacionales para comercializar servicios, productos y alimentos, crecimiento que hay que decirlo no fue debidamente supervisado por la autoridad municipal en su momento, para evitar el colapso comercial de la zona del centro histórico de Manzanillo.

No todo está perdido, se pueden generar las condiciones para detonar esa zona y que aproveche que aún ahí se concentran el mayor número de las oficinas gubernamentales. No podemos pelear al tren porque si somos honestos el tren llegó antes que la ciudad es decir, primero fue el tren y después fue el centro. Pero sí se puede buscar un proyecto comercial multinivel que le dé posibilidades a los comerciantes de la zona de volver a convertirse en potenciales proveedores de servicios y productos para el turismo, para los cruceristas y los miles de manzanillenses que realizan trámites diariamente o acuden a trabajar en ese punto de la ciudad.

LOS REMOS DE LA PANGA

REMAZO: Gran ingenio mostró Carolina, una joven estudiante en los Estados Unidos de América,  quien diseñó para el festejo de Halloween un disfraz de Donald Trump. La fotografía captada en Twitter se viralizó rápidamente teniendo miles de visitas. Y es que la joven basada en el mensaje de Trump contra los migrantes, realizó un disfraz que semeja al mandatario de la nación de las barras y las estrellas prácticamente sacando a la joven en una caja de cartón para ser deportada. La estudiante de tez morena y rasgos mexicanos, tenía de peinado unas trenzas y portaba la camiseta de la selección mexicana de futbol.  Cabe señalar que Donald Trump  ya forma parte del catálogo de disfraces de monstruos para los festejos de la conocida “Noche de Brujas” y Carolina definitivamente ganó el concurso.