Por: Gerardo Palafox Munguía
Érase una vez un autor Danés (Noruego) llamado Aksel Sandemose, quien en su novela titulada: “Flygtning krydser sit spor” cuya traducción sería: “Un refugiado sobre sus límites” que fue escrita para el año de 1933, bosquejó su ciudad natal de principios del siglo XX.
En aquella novela el escritor refirió una Ley que impregnó las culturas danesa, sueca, noruega y finesa, países en los que se desaprueba que una persona se considere mejor o más inteligente que las demás. Cuenta la gente que la Ley de Jante, contiene diez principios esenciales pero en realidad se conoce como una norma informal única que enumero para ejemplificar:
- No pienses que tú eres especial.
- No pienses que tú estás a la misma altura que nosotros.
- No pienses que tú eres más listo que nosotros.
- No pienses que eres mejor que nosotros.
- No pienses que sabes más que nosotros.
- No pienses que eres más importante que nosotros.
- No pienses que eres bueno en nada.
- No te rías de nosotros.
- No pienses que preocupas a alguien.
- No pienses que tú puedes enseñarnos algo.
Aksel Sandemose añadió un párrafo más a esta regla consuetudinaria: “No creas que existe nada que no sepamos ya sobre ti”. (http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Jante).
A quien viola este patrón no escrito se le mira con incompatibilidad y se considera que va en contra del deseo danés de alcanzar una igualdad social y su énfasis en conseguir una justicia total. En pocas palabras según esta Ley de tradición, pensar que somos diferentes y pensar que podemos pensar esta vetado con la finalidad de una sana convivencia social, en pro del orden.
Este fenómeno no es exclusivo de Escandinavia y se puede encontrar en otras partes del mundo, incluso ¡Porque no! En nuestro país. Quizá sea por eso que en nuestra Nación, suceden hechos injustos, la gente se defiende porque el sistema esta rebasado pero cae en la ilegalidad por pensar y decidir protegerse y merece el mismo trato que la delincuencia y su región se convierte en fuego que es necesario apagar rápidamente, también se crean leyes con errores que sobrepasan la Constitución Federal, se callan las voces y se duermen las ideas y nadie dice nada.
Finalmente de esto se trata la democracia, del mandato del pueblo ejercido por unos cuantos para gobernar en un país como México donde no existen medios democráticos para expresar opinión y aprobación y solamente se logra vivir en democracia ejerciendo el derecho al voto, sucede que no podemos opinar y si lo hacemos de poco vale el derecho de expresión. Hay países con sociedades aletargadas y apáticas, donde existe un conformismo generalizado en la clase humilde que refiere a humildad y la clase pobre, que no significa ignorancia ni desinterés por que las cosas sigan estables en favor de una clase socialmente pudiente.
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