La Familia y la Educación

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Por: Manuel Olvera Sánchez

En el campo educativo la familia ha sido el agente educador universal y la labor docente una de las facultades y responsabilidades propias de la vida familiar, representando por lo tanto, un factor sustantivo en la formación de las nuevas generaciones en todos los tiempos.

Sin embargo, a partir del siglo XIX, es cuando los estados nacionales declararon su competencia exclusiva en el proceso formativo, frente al antiguo dominio de las instituciones eclesiásticas, la participación de la familia en el proceso educativo pareció quedar igualmente marginada, puesto que la institucionalización de la enseñanza relegaba a un segundo plano la función socializadora.

Es importante señalara que convivir y ser con los demás, es una de las dimensiones esenciales del ser humano; porque la convivencia forma parte de la estructura de la identidad personal.

Las sociedades humanas necesitan crear normas para regular y favorecer convivencias humanas planificadoras, desde la perspectiva descrita la convivencia familiar y la escolar al proveer de espacios y tiempos de encuentro y de relación personal entre los educadores y los educandos, se constituyen en ámbito apropiado para el desarrollo educativo; pues  la relación humana mediante el encuentro de personas ofrece condiciones favorables, para la generación, impulso y desarrollo de los procesos educativos.

Toda persona inserta en su comunidad, contribuye de alguna manera y en algo a establecer el punto de partida de las futuras generaciones. El sujeto histórico al colaborar en la construcción del presente ha de tener muy en cuenta que las opciones de hoy son condiciones del mañana, igual que las opciones de ayer condicionan hoy nuestra existencia.

Considerando lo anterior y situándonos en nuestros tiempos debemos valorar y reconocer la dupla importante que representan la familia y la educación, en donde es importante resalta   los factores que pueden predisponer una educación de calidad y no de cantidad, además de cómo la dinámica familiar repercute mayormente en el proceso educativo independientemente del nivel socio – económico, no así del nivel socio – cultural que es sumamente importante para crear hábitos.

Si bien se ha manifestado desde siempre que la familia es de suma importancia en el aprendizaje de los niños, independiente del nivel socio – económico, o de donde provengan, varios planteamientos nos permiten favorecer a esta como primordial para el proceso enseñanza – aprendizaje, puesto que la estimulación comienza en casa cuando el niño aun es pequeño.

Sin embargo, en nuestros días podemos calificar como alarmante y preocupante la despreocupación actual que existe de parte de los padres por el desenvolvimiento escolar y personal de sus hijos, razón por la que,  la psicología educativa toma mucha importancia, además de los factores existentes que son determinantes en la formación, y consecuentemente en el proceso de aprendizaje de los hijos.

Con seguridad, estos factores están directamente relacionados con la dinámica que juegan los padres y los educadores. La psicología educativa ahonda sobre cuáles son los detonantes que provocan el desarrollo y la conducta, y además logra saber cuáles son los agentes que han intervenido o que intervienen, beneficiosa o perjudicialmente en el desenvolvimiento de las potencialidades.

Definitivamente que cada niño posee diferencias particulares que deben ser tomadas en cuenta, pues generalmente tienen ciertas expectativas de sus hijos, sin embargo se debe considerar que las habilidades y las aptitudes de cada uno son diferentes; por lo tanto se deben tomar en cuenta los siguientes factores:

*Factores hereditarios: Es decir cuando el niño presenta algún problema de nacimiento que le impide desarrollar sus capacidades de manera óptima.

*Medio ambiente: Se refiere al entorno y panorama donde se desenvuelve el infante.

*Prácticas de crianza: Este punto es muy importante, pues se refiere al tipo de educación que reciben los menores y de qué manera priorizan los padres la formación académica. Es importante, fomentar  hábitos que formen al niño para un futuro sólido, como por ejemplo, la lectura.

*Orden de nacimiento: Este punto es muy importante, ya que la mayoría de las veces,  los padres suelen ser más exigentes con el primer hijo. Y si no es fácil la tarea de educar y vamos aprendiendo cuando de ser padres se trata, se debe tener cuidado con las expectativas que se generan de cada hijo. Es decir, a veces se espera mucho de uno de uno(s), pero no del otro.

*Hijos de padres divorciados: Cuando alguno de los padres, o ambos, no logran superar el divorcio es común que el niño termine padeciendo la situación. Acusaciones como: estás igual que tu padre o madre según el caso, o tú eres igual a él, entre otras pueden sonar familiar. Estas comparaciones son fatales.

*Madres que trabajan todo el día: Actualmente es muy común que las madres también trabajen. Sin embargo, lo importante es la calidad y no tanto la cantidad del tiempo que se les da, además de preocuparse de las actividades que ellos tengan mientras los padres trabajan.

*Maltrato a los niños: Si hay maltrato, ya sea físico o psicológico afecta directamente en la personalidad del menor.

*Diferencias Individuales: No todos los niños tienen el mismo CI (Coeficiente Intelectual) sin embargo es un factor importante que afecta  de manera positiva o negativa en clases.  Por ello, padres y educadores deben conocer las potencialidades y las limitaciones de cada menor.

Cabe mencionar que, de las experiencias que los padres ofrecen a sus hijos y de cómo lo interiorizan estos en el aprendizaje académico, dependerá la disposición que tengan los alumnos en el proceso hasta convertirlo en algo habitual.

La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.

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