La comunidad de San Miguel del Ojo de Agua se encuentra en el olvido

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Luis Rosales Chávez|COLIMANOTICIAS

Tecomán, Col.- “La comunidad de San Miguel del Ojo de Agua es una de las más antiguas del municipio y su población también es vieja, al grado que se han ido quedando casas vacías, olvidadas. Los jóvenes ya no quieren hacer vida en esta tierra porque está olvidada, quedan solamente los que le tienen anhelo a este lugar”.

Así lo afirmó el comisario de la comunidad en mención, Lorenzo Moreno Mendoza quien destacó que cada vez se van viendo más casos donde la gente se va de San Miguel, “emigran buscando fuentes de trabajo, mejores condiciones de vida, ahí hay casi más gente adulta que jóvenes por la razón de que los adultos tienen más anhelo a la tierra que siempre han trabajado”.

Afirmó que “los jóvenes ven que eso del campo no prospera mucho porque a pesar de que se dice que hay muchos apoyos al campo, éste no llega a las comunidades, ‘nomás’ no llegan a la gente más vulnerable, ésa la razón, los jóvenes emigran y los que quedan son adultos nativos”.

Argumentó que las nuevas generaciones no tienen arraigo por falta de posibilidades, y se van a trabajar el campo de otro país, es un desaliento lo que tienen en la agricultura –dijo- porque van allá (a Estados Unidos) a lo mismo, nada más se van por cambiar su forma de vivir o tratando de encontrar una mejora.

Dijo que actualmente existen poco más de 500 personas viviendo ahí, aunque solamente son alrededor de 300 los empadronados, “la gente nueva se va y seguimos los mismos, se van viendo casas abandonadas, familias que han dejado todo para ir a buscar mejor vida en otro lado”.

El ahora comisario habló a nombre de los padres de familia de la comunidad y afirmó “los que nos quedamos es porque a veces tenemos hijos en la escuela. Eso me ha estancado”.

Moreno Mendoza refiere que el pueblo de gente adulta conserva por ello sus tradiciones y la devoción a su patrono, San  Miguel Arcangel que celebran desde el 20 al 29 de septiembre y hoy por hoy, por lo menos en esas fechas, los jóvenes regresan a la tierra que fue su cuna, “hacemos muchas actividades, tenemos carreras de burros, encostalados, todo es parte del entretenimiento, le hacemos ahí como se puede, organizamos las mismas cosas de pueblitos antiguos, seguimos con los mismos juegos”.

Lorenzo Moreno va de regreso a su pueblo, el mismo de donde los jóvenes salen caminando porque no hay camión, a pie siete kilómetros para tomar un camión que en media hora los deja en la cabecera municipal para llegar a la escuela, a las compras o a la central donde puedan abordar un camión al otro lado de México.