La Amnistía Propuesta por AMLO genera un descontento nacional

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

Miles y miles de comentarios en las redes sociales, cientos de memes compartidos, que al día de hoy engloban un mensaje no esperado para quien abusando de estrategias populistas pretendió robar los reflectores ante el reciente nombramiento de José Antonio Meade como candidato presidencial, y basta leer de manera textual las noticias relacionadas con la propuesta que lanzó el candidato presidencial de Morena:

“Andrés Manuel López dijo que no descarta ofrecer amnistía a los líderes de los cárteles del narcotráfico, con tal de terminar la violencia que se registra en el país. En una gira por Guerrero, el presidente nacional de Morena indicó que de ganar las elecciones presidenciales en el 2018 explorará cada una de las posibilidades para garantizar la tranquilidad y la paz.

Por tal motivo y en respuesta a las preguntas de reporteros, el aspirante presidencial no descartó ofrecer amnistía a los líderes de células del crimen organizado. Aclaró que la posible amnistía es algo que plantearía y analizaría, pero que ninguna otra opción quedará sin ser abordada para garantizar la paz.

“Si es necesario vamos a convocar a un diálogo para que se otorgue amnistía siempre y cuando se cuente con el apoyo de las víctimas; no descartamos el perdón. Se debe perdonar si está de por medio la paz y la tranquilidad del pueblo”, expresó López Obrador.

No obstante, agregó que otra acción para terminar con la violencia sería exigir al gobierno de Estados Unidos el despliegue de programas con los que se reduzca el consumo de drogas entre la población. Comentó que no puede seguir este régimen de impunidad en México, y adelantó que se va a “limpiar la casa” y se hará todo lo que se pueda para que haya paz.

Dijo que en caso de llegar a la presidencia de la República implementará un gobierno itinerante para pacificar al país y garantizar la paz y la seguridad: “no sólo voy a estar en Palacio Nacional”.

Hasta ahí la nota informativa que publicó el influyente semanario Proceso en su portal de internet, lo cual deja atónitos a miles de mexicanos que no están de acuerdo con la propuesta populista de AMLO que como es su costumbre utilizará cualquier tema escabroso para llevar agua a su molino político.

La verdadera izquierda busca de forma constante el liberalismo de los pueblos pero en ningún momento representa una transgresión a la ley que garantiza el estado de Derecho y la paz en los pueblos. Lo verdaderamente preocupante es que de forma deshinbida utilice un tema tan delicado como es la actividad del narcotráfico en nuestro país. AMLO se acaba de convertir en lo que tanto ha señalado por más de una década ha acusado al PAN y al PRI de estar ligados con organizaciones criminales y él ahora grita a los cuatro vientos que no solamente se reunirá para dialogar sino que habrá amnistía en ciertos casos.

Con esta medida que él propone ya no necesitaremos los servicios de las agencias de ministerio público, tampoco de la Procuraduría General de la República, es más, menos aún de los jueces y magistrados que se encargan de castigar los diferentes tipos de delincuencia en el país. Nadie puede olvidar los tiempos electorales en que los Abarca de Ayotzinapa eran apoyados por Andrés Manuel López Obrador, quien después de la desaparición de los 43 estudiantes negó toda relación de amistad e incluso política con la pareja que gobernaba aquél violento municipio de la tierra caliente de Guerrero.

Si la apuesta en las elecciones federales va a ser utilizar como carne de cañón temas delicados, no nos extrañe que se agiten las aguas y con este tipo de propuestas, lo único que estará logrando López Obrador será que muchos de sus seguidores se desencanten y busquen respaldar a otras propuestas políticas. Una vez más, la soberbia le está ganando al Peje, pues basta recordar su biografía y sus comportamientos en los anteriores procesos electorales para darnos cuente de que él y sus discursos son sus principales enemigos.

Cómo olvidarnos de aquél episodio del mes de mayo del 2006, cuando sin ningún pudor le dijo al entonces Presidente de la República, Vicente Fox Quezada, “Cállate Chachalaca”. En ese momento, Andrés Manuel López Obrador perdió la elección de ese año, porque a la mayoría de los mexicanos les quedó claro que este líder mesiánico no tenía ningún respeto ni por las personas y muchos menos por las instituciones. Pero también es importante citar el momento en el que se auto proclama Presidente Legítimo de todos los mexicanos, una locura que le costó la credibilidad para el movimiento que encabezaba en un plantón en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, en donde él mismo al saberse perdido por sus declaraciones, tocó retirada. Alguien le debió de haber dicho que nada ni nadie está por encima de la Constitución.

No es con locuras ni con declaraciones erráticas como va a obtener la credibilidad, el respeto y el voto de los mexicanos. Andrés Manuel López Obrador padece de la misma enfermedad que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, una obstinación, una fijación por ser a como dé lugar Presidente de México sin importar lo que se tenga qué hacer, lo que se tenga qué decir, lo que se deba simular y lo que se tenga que mentir parar lograrlo.