Jóvenes y su participación política en México

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Por: Marco Antonio Ruelas Tostado

En México un último consenso nos arrojó como resultado un total de 22 millones 995 mil 612 jóvenes entre los 18 y 29 años de edad, esto representa un 29.55% del padrón electoral, Históricamente este estudio nos demuestra que fueron 3.5 millones de jóvenes quienes por primera vez ejercieron su voto el 1 de Julio del 2012.

Cuando hablamos de participación ciudadana nos enfrascaríamos en un mundo infinito de situaciones y posibilidades que podría perdernos en un análisis, al cual no queremos llegar, pero hablar de participación política  de los jóvenes concluimos que siete de cada diez jóvenes nunca han participado en una asociación u organización, sin embargo mismos estudios nos dice que de ser posible, el joven estaría interesado en obtener una participación en ella, la pregunta es ¿Cuántas puertas en este momento se encuentran abiertas?.

Las organizaciones donde más participan ciudadanos entre los 18 y 29 años de edad son de tipo deportivo, estudiantil o religioso. Dato importante para todo aquel que busque posicionamiento o cuadros políticos para las siguientes y próximas fechas electorales. ¿Y si comenzáramos a fomentar la participación política en aquellos sectores que representan la minoría? Quizá el panorama podría ser diferente y el resultado podría cambiar una próxima encuesta al respecto, busquemos a los jóvenes que se encuentren inmersos en la tecnología, biocultural, ecología y medios artísticos.

En el clima de un proceso electoral se condensas las promesas de un régimen democrático al someter la legitimidad de los gobernantes a la más amplia consulta ciudadana posible: el sufragio universal. Este es el único mecanismo de decisión al alcance de la mayoría de los ciudadanos, el cual nivela las diferencias en todos los demás ordenes: sociales, religiosos, económicos, étnicos, de género, etc. El estudio de la elección presidencial de 2012 resulta atractivo porque es una experiencia concreta en la que los ciudadanos se relacionan con el poder y que cuestiona la legitimidad democrática del proceso electoral y de gobierno.

El futuro y rumbo de nuestro país descansa en la participación ciudadana, en la política como factor incluyente, en su mayoría en esa clase de la sociedad entre los 18 y 30 años de edad, en el sufragio libre y secreto como mecanismo de decisión, y sin duda el único al alcance de la mayoría de los ciudadanos, llevando así a la sociedad en general en un plano de equidad e igualdad de condiciones.

La dinámica de participación electoral en los jóvenes resulta especialmente pertinente para el estudio de la cultura política dado que es una experiencia concreta en la que el ciudadano se relaciona con el poder. Además, dicha relación es central para explicar el devenir de la democracia en México, sobre todo si se aportan elementos para explicar la posición de los jóvenes, los cuales serán la fuerza ciudadana de más importancia en el futuro próximo.

Para que el ciudadano acuda a votar es necesaria la confluencia de condiciones institucionales: que el ciudadano tenga la credencial, que la casilla se instale, que no falten boletas, que el votante aparezca registrado en la lista (padrón de votantes), que se encuentre físicamente en la zona que le corresponde para votar, etc. Pero además debe estar convencido de que su voto servirá para algo, ya sea para alimentar una relación clientelar o para elegir un gobernante o un representante legislativo.

Esto último es el todo en una campaña electoral, convencer en ideología al votante y no cometer el error de convencer en forma de conveniencia a su electorado.

Estos próximos comicios electorales se enfrentan a un reto histórico, ya que tres de cada cuatro jóvenes están a favor de votar. Convencidos de ir a las casillas lo están, ahora solo falta quien los motive a ser los primeros en presentar en las casillas.