INDIRA, EN LA JUGADA

0

(Trabajo mata grilla, dice).

TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

De acuerdo a los números derivados de la contienda reciente, una de las candidaturas triunfadoras que se separa un poco de la influencia de la ola morenista por méritos propios es la de Indira Vizcaíno, que a pesar de ser una persona joven ya lleva buen tramo de camino andado en los vericuetos de la política.

A sus contrincantes principales les dio duro: al dos por uno y al tres por uno con su coalición Morena, Pt y Pes. Como para que entendieran. Y lo más emblemático es que fue en un distrito, el segundo federal, donde se suponía que Indira sería presa fácil de sus rivales, pero sucedió al contrario y obtuvo una cifra histórica para la posición, 81,177 votos. Recuérdese que, en la elección pasada, la cuauhtemense ya había dado muestras fehacientes del respaldo popular con que contaba, y seguro cuenta, en el distrito electoral 1, donde hacía tres años fue aventajada por apenas un puñado de votos por su adversario del Pri, Enrique Rojas Orozco.

Tras esa derrota, Indira fungió como secretaria de Desarrollo Social del gobierno estatal, del que se separó a tiempo antes de chamuscarse. Ahí desempeñó un papel aceptable que le acercó de algún modo a grupos priistas que seguramente en la reciente elección le dieron su voto. Votos de panistas, inconformes también con sus candidatos por ese distrito, también la prefirieron quizás..

Indira es una colimense que se ha abierto paso en un ambiente machista. No es fácil salir adelante entre tanto gandalla que hay en los niveles más altos de la política y salir a flote, pero seguro que su padre Arnoldo Vizcaíno, luchador social reconocido, ha sido fundamental en su recorrido. No solo la ha asesorado correctamente en lo político sino que le ha ayudado a forjarse un carácter firme y resuelto.

Para Indira lo que impulsa a las personas a aspirar al desempeño de responsabilidades cada vez más altas es el trabajo. “Trabajo mata grilla”, dice cuando se refiere a sus experiencias pasadas y a otros encargos que le vienen por delante. En política cuenta la suerte, pero de un día para otro se acaba, como ocurrió con candidatos que en el país y en Colima en particular se sentían ganadores y se encontraron con la sorpresa de su vida el uno de julio pasado. Indira dice que trabajando cerca de la gente con ahínco y escuchándola es la única manera de avanzar.

En un desayuno con el Club Primera Plana en el que participo últimamente, le pregunté a Indira sobre informaciones acerca de si había recibido ayuda de uno de los partidos opositores a su coalición, el Pri, y me contestó que “para nada”, lo que pasó es que hubo muchos priístas que no estuvieron de acuerdo en la candidatura de ese distrito y me consideraron como “la mejor opción”.

A una segunda pregunta sobre los problemas que había encontrado en campaña, refirió que los hay numerosos y tienen que ver con el desarrollo de Manzanillo, como el turismo, el comercio y la carencia de infraestructura básica y para el desarrollo económico, pero también con lo vinculado al ema fiscal y a la política social. Agregó que próximamente difundirá su agenda de trabajo para informar cómo está trabajando pues pretende mantenerse, dijo, “muy cerca de los intereses de los colimenses”.

El caso es que Indira trae el santo de frente y ella lo percibe. Es consciente del compromiso adquirido y sabe que decenas de miles de colimenses la ven con simpatía y le han otorgado un voto más de confianza. Cierto, se le critica porque ha transitado de un partido a otro o por participar en el gobierno local, pero a estas alturas ¿ quién no pega de brincos por todos lados para luchar por sus convicciones cuando los más fuertes en los partidos ponen tope a sus competidores internos o se apartan de sus principios y se corrompen?

Yo prefiero gente honrada y trabajadora sirviendo a las comunidades que a ideólogos trasnochados envueltos en su mundo teórico, elucubrando y perdiendo el tiempo cuando los problemas apremian. Indira es una persona que ha demostrado espíritu de servicio y dado resultados en los espacios que ha ocupado. Esta es mi percepción personal en la que no se podría estar de acuerdo necesariamente. Nadie es monedita de oro y menos en la política.

En fin, hay una etapa nueva en Colima, cartas para jugadores con una baraja nueva. Cada uno de ellos sabe lo que hará o intentará hacer para satisfacer las exigencias ciudadanas y cumplir a la vez sus legítimas aspiraciones.