EXPRESIDENTES EN CONFLICTO (chapulines fifís)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Al parecer, en las semanas siguientes se intensificará las labores de limpieza en la CFE, empresa del Estado que al igual que Pemex sufre el embate de la corrupción tanto desde fuera como desde dentro. Incluso,  hay un tema escabroso: el regalo de la energía eléctrica para empleados y jubilados de ese organismo, pues en esencia el resto de mexicanos que si pagan la energía están financiando a ese sector institucional.  Pero ante la gran corrupción, eso es “pecata minuta”.

Este tema irrumpió en la agenda debido a que en días pasados el presidente López Obrador recriminó, a mi juicio correctamente, a Felipe Calderón el hecho de participar como consejero de Avangrid, filial de Iberdrola   que se dedica a producir energías limpias. Calderón laboró ahí de 2014 a 2016 y no puede decirse que no le alcanzaba la jugosa pensión que percibía.  Cierto, estaba en la legalidad con su nueva chamba, pero fuera de toda ética del deber porque es altamente probable que haya usado información estratégica reservada al Estado.  

Al respecto, el presidente  López Obrador dijo  el 11 del presente mes  que existe una iniciativa para  prohibir que un exfuncionario público se incorpore a empresas privadas relacionadas con el cargo que desempeñó en un periodo de 10 años. Yo digo: ¿ y por qué no 20?   

Lo anterior fue declarado luego de que Manuel Bartlett, director de la CFE, se refirió a nueve exfuncionarios que tras abandonar su cargo se convirtieron en asesores de empresas privadas, incurriendo en conflicto de interés. En concordancia con Amlo, reveló una lista de ex servidores públicos que se beneficiaron desde el gobierno a empresas privadas y luego se fueron a trabajar con ellas.

Estos  mexicanos abusivos  son, entre otros cientos  que hacen lo mismo: José Córdoba Montoya, Jesús Reyes Heroles, Carlos Ruiz Sacristán, Luis Téllez, Felipe CalderónGeorgina Kessel, Jordy Herrera Flores y Alejandro Kauffman.

“Todos vienen de los sexenios deCarlos Salinas de GortariErnesto Zedillo Ponce de LeónVicente Fox Quesada y Felipe Calderón; éste último fue secretario de Energía con Fox y está directamente señalado. Amlo y Bartlet los acusaron de haber matado a la CFE para patrocinar a empresas privadas. Primero favorecieron a grandes corporativos con contratos “leoninos” y luego se brincaron a trabajar con ellos”. Se hicieron empresarios y millonarios.

Y no solo ha sido Calderón el que ha laborado en empresas extranjeras tan luego los ex  entregaron el cargo presidencial. Carlos Salinas de Gortari laboró para la compañía Dow Jones y rompió  una tradición de medio siglo ( 1934- 1994) en que ningún presidente se convertía en empleado y menos de una compañía extranjera. Por lo visto, Salinas presuntamente no se llenó los bolsillos tras saquear la partida presidencial junto con su hermano Raúl. 

Y luego tenemos a Ernesto Zedillo, quien tan pronto salió de Los Pinos, se dedicó a moverse en ámbitos empresariales, académicos y organismos financieros,  lo que lo  que lo llevó a desempeñarse  en puestos directivos de empresas transnacionales y curiosamente en aquellas  que fueron beneficiadas por su gobierno. Citigroup, que controla al poderoso Grupo Prisa, fue su primer destino, luego participó en la Onu, OMC y finalmente terminó de dueño de la empresa Editorial Santillana, mediante la cual vendió  y vende libros a la SEP.  

¿ Hay garantías de que los expresidentes no se sirvieron de información privilegiada vinculada al interés nacional? Para nada. Por el contrario, hay evidencias de que quizás  traficaron influencias sirviéndose de información y de la experiencia ganada como presidentes. Esas compañías sabían que con ellos no arriesgaban sino ganaban  en prestigio y conocimiento del terreno que pisaban en México, pues pocas pueden darse el lujo de tener entre sus directivos a expresidentes. Ya les conocen su lado flaco, la de ser servidores del imperio estadounidense.

Bien entonces por Amlo, que trae puntería de apache en esta lucha contra la corrupción. Que agarre parejo, se espera. Que también le llegue la lumbre a sus cuates. No se permite, presidente, justicia a secas para los adversarios y justicia y gracia para los amigos.  Veremos y diremos.