A decir verdad
Por: Yaret Ramos Vallett
La semana pasada la inseguridad movió a cientos de colimenses para manifestar su inconformidad hacia las autoridades de los tres niveles de gobierno y pedirles cero tolerancia ante la ola de violencia que se ha recrudecido en el estado en los últimos años, poniendo a Colima y en específico a Tecomán en el primer lugar del índice de violencia nacional.
Estuve ahí, participé por primera vez en mi vida, en un movimiento multitudinario para mostrar mi solidaridad, mi preocupación y mi hartazgo, al ver que continúan los homicidios, los robos a casa-habitación, los asaltos y la violencia en general aún después de que el gobierno separó del cargo a los “responsables” de la seguridad en la entidad.
Había más de 500 personas en esta protesta, se prendieron velas y veladoras, se lanzó al cielo un crucifijo elaborado con globos, se colocó un xoloitzcuintle blanco para escribir mensajes en él… pero eso fue todo, aun cuando fue convocada por las cámaras empresariales, luego del artero homicidio de Ricardo Uribe, no hubo discurso, ni palabras hacia la multitud por parte de los organizadores, me hizo falta algo más que me ayudara a desahogar esta incertidumbre en la que, creo yo, vivimos los colimenses.
A decir verdad ¿no merecen también todas las otras víctimas que se les dé voz? ¿Es necesario que sea asesinada una persona conocida o que pertenezca a algún grupo empresarial o político, para que se convoque a una manifestación de protesta? ¿Quién pedirá justicia por la mujer violada, por el joven secuestrado, por la adolescente desaparecida, solos sus familias?
No estoy haciendo un llamado a hacer justicia por propia mano, claro que no, pero sí a que exijamos a nuestros empleados (funcionarios pùblicos) que se pongan a trabajar en estrategias reales que abatan los delitos que, de tanto escucharlos en las noticias, se corre el riesgo a perder la capacidad de asombro y aceptarlo como algo normal.
Estamos en año electoral, ya comenzarán las campañas donde todos los aspirantes a un cargo de elección popular nos prometerán acabar con este flagelo, pues es tiempo de demostrar el cómo lo harán, no permitamos las promesas al aire, pero mientras eso sucede, es responsabilidad de quienes están al frente del gobierno en estos momentos pongan un alto con verdadero interés, es tiempo de exigir hechos.
Palabras de vida
“No os venguéis vosotros mismos, amados míos; sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. Mat. 12:19