-ENTRE ABOGADOS TE VEAS-

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Análisis Político

Por: Abel González Sánchez

A quienes han hecho una vida con esta profesión de la toga y el birrete, les sabe a hiel la vieja frase “Among Lawyers I See You” —Entre abogados te veas— porque en realidad en muchos casos es injusto este término porque la mayoría de abogadas y abogados son honestos y profesionales, pero la propia complejidad histórica que implica el ejercicio de la abogacía ha dejado huella cuando aparecen algunos deshonestos, corruptos, sin ética o aprovechados, lo que ha provocado una mala percepción, por eso dicen a un abogado debe tenérsele mucho cuidado y valorarlo antes de darle nuestros asuntos, obligando a que la gente los busque más por su fama pública o por una recomendación personal.

HISTORIA DE LA ABOGACÍA Los primeros indicios de la abogacía datan desde las primeras civilizaciones en la Grecia Antigua y más en el imperio Romano, aunque aseguran que la profesión no estaba considerada como tal, sin embargo los historiadores consideran a Pericles como el primer abogado profesional quien nació alrededor del año 495 antes de Cristo, en Cholargos, al norte de Atenas, y desde esos tiempos hasta la historia moderna o a la fecha, la profesión de la abogacía ha sufrido cambios extraordinarios a la par de las etapas históricas que marcan la modernización, y son precisamente los abogados los que han llevado a cuestas las leyes y reformas que regulan todas las actividades comerciales y públicas en todos los países.

La abogacía es una profesión relevante y apasionada porque de un abogado depende para que una persona vaya o no a la cárcel por algún incidente, que pierda o gane una casa, el carro o la custodia de un hijo, en la repartición del divorcio o el que te paguen una deuda, etc. dicen que algunos abogados abusan por la desesperación y condiciones económicas de la gente y como te veo te cobro. Pero si valoramos bien, lo mismo podría decirse del prestamista que puede rematar la casa de su cliente deudor o del médico comerciante que asusta al paciente argumentando gravidez convenciéndolo para que salga de una institución pública de salud para llevárselo a su clínica particular, así hay también muchos mecánicos o carpinteros tranzas y más con las mujeres, hay mucha corrupción no podemos negar. Pero la abogacía es la profesión más hermosa para quien le apasiona en defender a la gente, hacer justicia y exigir el derecho de las personas, es decir, la profesión nada tiene que ver con la conducta de un profesionista.

NO HAY ESTUDIO SOBRE LA PERCEPCIÓN DE LOS ABOGADOS Diferentes Universidades de Europa y de los Estados Unidos hacen estudios técnicos para valorar la percepción sobre determinadas profesiones para adecuar las materias de su especialidad y condicionar inclusive la expedición y vigencia de sus licencias o permisos como abogados o médicos, aquí a los maestros se les obliga un examen anual pero no a un médico que es más riesgoso.  Por ejemplo en España los abogados son los profesionistas más confiables en relación a otras profesiones, así lo ha determinado la Universidad Internacional de la Rioja ubicada en Madrid en un estudio denominado “La imagen del Abogado en la Sociedad”, sería conveniente hacer un estudio de opinión de las diferentes especialidades para mejorar la percepción social y en esto las barras de abogados podrían participar para mejorar la imagen de esta importante profesión de la abogacía, pues bien sabemos que sí hay una gran cantidad de abogadas y abogados honestos, profesionales y sensibles a la problemática de la gente con rezagos sociales, y además las Universidades deberían continuar capacitando permanentemente a sus egresados en beneficio del bienestar social, porque es parte de su responsabilidad.

NECESARIO QUE BARRAS DE ABOGADOS APOYEN A LA SOCIEDAD Muchas organizaciones civiles y sociales, incluyendo algunas barras o asociaciones de abogados, sobre todo aquellas que reciben apoyos y subsidios gubernamentales se han apartado de su misión más importante que es el apoyo a la sociedad, se han dedicado más bien en avalar actos de gobierno o de altos funcionarios y de participar solo en eventos poco trascendentes, pero muy poco se detienen a realizar apoyos a las causas sociales, en las aportaciones a su comunidad o proyectos de reformas que beneficien a las mayorías, por ejemplo, analicemos, ¿Cuál es la sanción que se aplica a las personas que hacen una llamadas de broma al 911? Casi nadie sabe, pero resulta que cerca de 75 mil llamadas mensuales falsas se registran en Colima, afectando la efectividad policial porque las patrullas pierden tiempo y recursos, pero nadie hace caso a este gran problema, cuando se debe aumentar la penalización y buscar estrategias de arresto. Otro ejemplo, no es ridículo que la propia Fiscalía General en Colima publique una relación de teléfonos a los que no debemos contestarles porque están identificados como de delincuentes, ¿Acaso no hay una barra de abogados en todo el país que promueva una disposición federal para la desactivación inmediata de esos números mediante una simple reforma a la ley de comunicaciones respectiva? Los legisladores federales y locales sabemos que la mayoría nos son abogados y varios se ocupan de otras cosas, pero las barras pueden coadyuvar con proyectos y darlos a conocer a la ciudadanía si no son tomados en cuenta por nuestros legisladores. Las barras pueden jugar un papel trascendente para la seguridad pública actualizando su legislación, y así pueden hacerlo en salud, educación, el campo, etc.