Empresarios y Gobierno Federal

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Por: Mario Acevedo Manzano

En la renovación de la nueva dirigencia del Consejo Coordinador Empresarial su nuevo Presidente el Sr. Carlos Salazar Lomelí reto al Presidente de la Republica AMLO a un Pacto entre Gobierno-Empresarios para terminar la pobreza extrema, lograr un crecimiento económico del 4 % al finalizar el sexenio y acabar con la corrupción, las primeras dos propuestas son empresariales y la ultima es del Gobierno, el Presidente de inmediato asumió ese reto, de esta forma, Empresarios y Gobierno de seguro, iniciaran acciones conjuntas para lograr las metas propuestas, desde cualquier punto de vista, el Pacto resulta en beneficio para los mexicanos, como quien dice, a quien le dan Pan que llore, por lo visto, el Gobierno Federal y los Empresarios agrupados en el CCE son aliados en un Pacto en donde Ganar, Ganar es la consigna, por un lado, ganan los Empresarios cuando reciban todas las facilidades del Gobierno para hacer nuevas inversiones de sus utilidades, sin ningún riesgo para sus inversiones al contar con el aval del Gobierno, y por otro lado,  el Gobierno cumple con su responsabilidad de combatir la pobreza extrema, la corrupción y aumentar el crecimiento económico.

El Pacto verbal sin firmas y protocolos, o sea, a la palabra, está  inscrito una nueva forma de llevar las relaciones entre empresarios-gobierno, ya se acabaron aquellas grandes ceremonias en donde se firmaban los Pactos para después quedar en el terreno del olvido e incumplimiento, en adelante todo indica, la inversión pública y privada desarrollaran proyectos compartidos para lograr los fines propuestos.

Hacer algunos días, el Presidente de la Republica dio a conocer en sus conferencias matutinas, una carta recibida de parte de un Ciudadano anónimo en donde le solicitaba separar al Poder del Gobierno del Poder Económico, el Presidente estaba de acuerdo con el Ciudadano, sin embargo, por lo visto el miércoles pasado, parece ser, habrá una luna de miel entre el Poder Político y el Económico, o más bien, cada araña en su hebra y al juntarse las dos hebras se tiene una mayor fortaleza, para lograr un mayor bienestar para los mexicanos.

El pactismo entre gobierno-empresarios no es nada nuevo, allá por la década de los ochenta del siglo pasado, gobiernos y empresarios firmaban pactos por todo, sin embargo, nunca se lograron las metas propuestas de acabar con la pobreza extrema, la corrupción y hacer crecer la economía, es preferible no firmar nada, pero sí lograr resultados de beneficio social para borrar esa imagen perversa de ciertos empresarios que ven en sus empresas un instrumento de explotación de la mano de obra, como por ejemplo las empresas de los Brun aquí en Colima, que continúan pagando salarios mínimos de miseria y niegan el reparto legítimo de las utilidades a sus trabajadores, por lo anterior, sí el pacto es para maximizar el beneficios de los Empresarios y continuar la explotación intensiva de la mano de obra, no tiene caso implementar ningún Pacto, aunque este sea no escrito, en cambio, si los empresarios del CCE cosiben la idea de un desarrollo compartido entre dueños de las empresas-trabajadores y consumidores, entonces, en donde firmo para hacer de esta nueva concepción del desarrollo económico una  nueva forma de lograr la estabilidad económico y social con un beneficio compartido entre empresarios-trabajadores-consumidores.

Al Pacto no escrito entre Gobierno y Empresarios le falta un tercer interesado quien es lo más importante y tercero en discordia, se trata del Consumidor de los bienes y servicios producidos por el Capital y Trabajo, los consumidores finales tienen la última palabra para también ellos, sean considerados en los pactos bilaterales entre gobierno-empresarios o trilaterales entre gobierno-empresarios—trabajadores hasta logra un Pacto entre empresarios-gobierno-trabajadores y consumidores, solamente así quedan incluidos todos los actores más importantes para hacer crecer la economía nacional, acabar con la pobreza extrema y la corrupción.

Notas cortas

Cínico y descardo se nota al director y concesionario de la autopista Armería-Manzanillo su lenguaje ofende a los colimenses cuando exige le paguen la inversión de la Autopista, se le olvida la existencia de una carretera realizado por el Lic. Arturo Noriega Pizano en el mismo trazo de la Autopista, pero sobre todo, se le olvida los miles y miles de millones de pesos obtenidos en su provecho con bienes de la Nación y con ese dinero, de seguro, ya se pagó la inversión por más de tres veces, ¿hasta cuándo las autoridades liquidaran a semejante bribón?