AL DESNUDO
Por: Édgar Rodríguez H.
El pasado 1 de julio, poco más de 30 millones de ciudadanos salieron a votar en busca de un nuevo proyecto de nación, por un partido que les significara acabar con la corrupción, la deshonestidad, la impunidad y la violación a los derechos humanos, principalmente. Como resultado, ganaron la mayoría de los candidatos del Partido de Regeneración Nacional (MORENA), encabezado por quien a partir del 1 de diciembre dirigirá los destinos del país, Andrés Manuel López Obrador, un presidente al que le empieza a brotar los negritos en el arroz, producto de un fraude al crear ilegalmente un fideicomiso que presuntamente serviría para apoyar a los afectados de los sismos, lo que finalmente no sucedió y el dinero al final quedó en sus manos.
Por esos hechos, el Instituto Nacional Electoral (INE), sancionó con 197 millones de pesos a Morena por irregularidades detectadas en la construcción y operación del fideicomiso “Por los demás”. El órgano electoral acreditó que de 78.7 millones de pesos que recabó tal fondo, 44.4 millones fueron depositados en efectivo con un origen desconocido. Además, MORENA no informó al INE de la apertura del fideicomiso y violó el límite permitido de los partidos para recibir donaciones en efectivo. Para el organismo, este mecanismo se convirtió en un esquema de financiamiento paralelo, con aportaciones y retiros ilícitos de dinero en efectivo, lo que impidió seguirle la pista.
Pero más allá de la multa de 197 impuesta por el INE, por el “sismogate”, es que esos recursos jamás, aunque los morenistas digan lo contrario sin probarlo, fueron para los damnificados de los sismos ocurridos en 2017 y, por el contrario, sirvieron para financiar la campaña, cuyo lema principal fue acabar con la corrupción.
Antes de que inicio su periodo presidencial, AMLO tendrá que responder, aclarar y sancionar a los responsables de este fraude, iniciado cuando diversos partidos ofrecieron -sin ser legal-, destinar partes de sus dineros a los damnificados.
En su dictamen, el INE señala que el fideicomiso mediante el cual se fraguó el “sismogate” consistió en donaciones simultáneas de donadores del propio partido que se quedaba al final del día en Morena. Al fideicomiso ingresaron 78.8 millones de pesos a través de depósitos en efectivo (44 mdp), cheques de caja (14.7 mdp), transferencias bancarias y SPEI (19.7 mdp), mientras que egresaron a través de cheques de caja 64.4 millones de pesos, principalmente a miembros del partido, los cuales fueron cobrados en efectivo.
Al respecto, el Consejero Ciro Murayama, presidente de la Comisión de Fiscalización del INE explicó que esta acción constituye un fraude a la ley, pues se comprobó que la apertura de un fideicomiso, supuestamente para apoyar a los damnificados del sismo, fue creado y operado por la dirigencia del partido Morena.
El Consejero Murayama precisó que el fideicomiso se nutre de recursos de procedencia prohibida como son los de origen desconocido -44.4 millones de pesos en efectivo- y provenientes de empresas (3.2 millones de pesos), además de que se ejerce un total de 64.4 millones de pesos a través de cheques de caja y en efectivo por 56 personas relacionadas con el partido -legisladores y candidatos- lo que es contrario al manejo lícito de las finanzas de un partido.
El escándalo Morenista, cobra doble importancia cuando se registra en el seno de un partido que pregonó, a través de su ahora presidente electo López Obrador, ser gestor de un cambio basado en la honestidad y la transparencia, premisas que ahora están en duda con la investigación realizada, que más allá de la multa, tristemente aflora que MORENA usó la tragedia del sismo de septiembre de 2017, con sus miles de damnificados, para beneficiarse a través del fideicomiso “sismogate”, lo que resulta muy preocupante.
Como respuesta a través de su cuenta de twitter, AMLO dijo: La multa impuesta por INE a Morena por 197 mdp es una vil venganza. No existe ningún acto inmoral con el fideicomiso a damnificados por el sismo. Nosotros no somos corruptos ni cometimos ilegalidad. Por el contrario, buscan enlodar una acción humanitaria. Acudiremos a tribunales.