EL PODER NO LO DAN LOS CARGOS, SINO EL LIDERAZGO: ELBA ESTHER GORDILLO

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

El pasado viernes en este espacio hablé del retorno de “La Reina”, refiriéndome a la maestra Elba Esther Gordillo; también publiqué la entrevista que concediera a la cadena CNN en español, con el tema esperado: Su oposición categórica a permitir que la Reforma Educativa avanzara, ya que la evaluación no era el problema, sino el que se considerara dicho instrumento para afectar los derechos de más de un millón de trabajadores.

Al ser cuestionada sobre temas financieros, explicó a detalle el fondo de resistencia del magisterio, mismo que sería empleado en caso de estallar una huelga, debido a que la tensión se incrementó a tal punto, que en octubre de 2012 Gordillo hizo un llamado al presidente Enrique Peña para debatir la Reforma Educativa que se cocinaba en secreto dentro del Pacto por México.

Vamos por partes: Un sexenio antes, durante el periodo de Felipe Calderón, la maestra Elba Esther supo sacar beneficios de sus acuerdos con el entonces presidente, en donde le dio el control no sólo de la educación a nivel nacional, sino que se dijo en las altas cúpulas que el Issste y la Lotería Nacional eran dirigidos por gente plenamente identificada con el liderazgo de la maestra, consolidando en este sexenio el periodo de su esplendor, pero no olvidemos que el Partido Nueva Alianza (Panal) fue fundado el 1º de agosto de 2005 para que el 14 de julio de ése mismo año obtuviera su registro ante el INE, y posteriormente en el sexenio calderonista fortalecerse y generar una estructura política que sirviera de forma aleatoria para que el magisterio tuviera participación en política.

En 2012, ya fortalecido el Panal, participó postulando a Gabriel Quadri, quien obtuvo el 5% de la votación y también desde el liderazgo de la maestra Elba Esther en el PRI, con su estructura a nivel nacional y más intensamente en el Estado de México, apoyó al entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, mismo que obtuvo el triunfo sobre Josefina Vázquez Mota, Gabriel Quadri y Andrés Manuel López Obrador.

Después de que el ex presidente Calderón le pasara la estafeta con el tema de las Reformas Estructurales, que inició en su sexenio para validarlas y promulgarlas en la era del presidente Peña Nieto, hubo una ruptura entre los que integraron el Pacto Por México y la maestra Elba Esther, presidenta ejecutiva del Snte, quien se oponía categóricamente a la Reforma Educativa, terminando así la luna de miel con el entonces titular del poder Ejecutivo en el país y la clase política que estaban en las dos cámaras para dar el visto bueno y aprobar las reformas.

Para cuando Peña Nieto tomó posesión el 1º de diciembre de 2012, la guerra entre la líder del gremio magisterial y el presidente era ya un hecho. Fue en diversos foros que la maestra pronosticó el fracaso de la Reforma Educativa y en su discurso dejó constancia ante los trabajadores de la educación, al puntualizar de manera férrea: “Si hay algún delito o algo que cuestionarme, aquí estoy. Si soy yo la que estorba, hagan de mí lo que quieran, pero contra los maestros no, definitivamente no”. Esto lo dijo la noche del 20 de diciembre, dos semanas después de que Peña Nieto comenzara a gobernar el país.
En la Cámara de Diputados se había aprobado un aspecto de la reforma que Gordillo impugnaba: El condicionamiento de la plaza docente a una evaluación aprobatoria. La reforma a los artículos Tercero y 72 constitucional era elogiada como ejemplo de la capacidad del Estado de recuperar la rectoría de la educación y eliminar las corruptelas sindicales.

Para marzo de 2013, el ambiente estaba incendiado con el discurso de la maestra Elba Esther y su resistencia al tema de la Reforma Educativa; fue durante los primeros meses, tres para ser exacta, que el gobierno de EPN dio el golpe al capturar a Gordillo tras un operativo de la Marina, como si se tratara de un criminal de alta peligrosidad y de acuerdo a las versiones de sus abogados, con un caso lleno de inconsistencias legales en los cargos imputados por la PGR, donde se le detenía por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Después vendrían las movilizaciones de la Cnte y sus negociaciones en la Secretaría de Gobernación, la salida del secretario Emilio Chuayffet de la SEP y la narrativa oficial de que, por fin, todo estaba bajo control gracias al secretario Aurelio Nuño, quien recompuso, se dijo, la relación del gobierno con el Snte, obviamente, en un conocido lugar de convenciones en el vecino estado de Jalisco, en donde citaron a los líderes sindicales de todo el país junto con la persona más cercana a la maestra, Juan Díaz de la Torre, para que con folder frente a cada uno de ellos y la invitación a continuar trabajando por el bien de la educación, sellaron el compromiso y terminaron de entregar a la maestra Elba Esther, quien se resistía al fondo laboral contenido en la reforma; recordemos que ella en los foros nacionales dijo una y otra vez: “No estamos en el Congreso por la palabra permanencia, no la vamos a permitir (…) Exigimos que se respeten nuestros derechos (…) Evaluar no es amenazar, evaluar no es decir no cumples y te vas, eso es falso (…) En el caso de Elba Esther Gordillo Morales, su lugar está al lado del magisterio”. Pero no llegó muy lejos, porque tras su detención y la desarticulación de su equipo, la postura con respecto a la Reforma se detuvo.

Ya aprobada la Reforma Educativa, una de las primeras declaraciones de Juan Díaz, ya como líder nacional del Snte, fue: “Los maestros de México están comprometidos con el espíritu de la Reforma”.

Pero vino la campaña del Estado de México, donde Gordillo Morales y AMLO impulsaron a Delfina, que por poco se lleva el triunfo; posteriormente la campaña presidencial y López Obrador prometió la cancelación de la reforma, hasta convertirla en un tema plebiscitario de esta elección. Así que ahora, bajo prisión domiciliaria, la maestra Gordillo ha sido reivindicada por AMLO, quien sostiene los mismos argumentos que en 2012 llevaron a la maestra a romper con el gobierno. Pero también porque en la campaña de Morena militan sus ex colaboradores, incluidos su yerno Fernando González y su nieto René Fujiwara, en un país donde la afiliación sindical de un millón 200 mil trabajadores de educación permitió a Gordillo armar su propio partido, y ahora retornar con más poder.

Los maestros en Colima son comprometidos con su labor educativa y como estado piloto, siempre han estado evaluados, la calidad del magisterio se ha reflejado en las evaluaciones, en donde tenemos maestros más que idóneos, eficaces y eficientes que brindan una educación de calidad.

Aún le falta mucho al tema, pero quienes conocimos en el campo de la acción a la maestra Elba Esther, como cuando participé hace años en el Snte en Jalisco, sabemos que no va a desaprovechar esta oportunidad para recuperar la rectoría del Snte, porque con el comportamiento del magisterio en la pasada elección dejó constancia que el poder no lo dan los cargos, sino el liderazgo y el de la maestra Gordillo es a prueba de todo, incluso a prueba de prisión. Al tiempo.