El peso en caída libre; podría venir lo peor de esta crisis

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Primera parte

Carlos García Lemus|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- El peso mexicano está en su peor momento histórico en cuanto al tipo de cambio con el dólar estadounidense, que al final del mes de agosto rebasa la barrera de los 17 pesos.

Al  cierre de la última jornada cambiaria de la semana pasada se ofreció en bancos del Distrito Federal en una cotización máxima a la venta de 17.15 pesos, siete centavos menos respecto al cierre del jueves 27.

La moneda mexicana ha perdido una cuarta parte del valor que tenía al inicio del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, en diciembre de 2012, y según especialistas ese deslizamiento podría agravarse, derivado de diversos factores que auguran momentos muy difíciles para la economía de nuestro país.

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El DÓLAR SE FORTALECE A NIVEL MUNDIAL

Omar Magaña Ceballos, ex presidente del Colegio de Economistas del estado de Colima y experto en finanzas, explica que la depreciación del peso mexicano frente al dólar no es exclusiva y se debe más bien a una situación de los mercados globales, pero también hay una serie de aspectos locales que repercuten en que esté perdiendo fuerza.

La principal variable externa que ejerce una presión para que el peso mexicano se devalúe frente al dólar norteamericano, es la amenaza del incremento de las tasas de interés en Estados Unidos, que se pueden realizar a través de la Reserva Federal Norteamericana conocida como la FED (por sus siglas en inglés).

Esto provocaría que inversionistas fuertes en los mercados bursátiles como el mexicano, consideren a México con riesgo y que sea poco rentable tener el capital en nuestro país, por lo tanto, si hay una elevación en las tasas de interés en E.U, les convendría más invertir allá y se da una fuga de capital.

El experto explica que la segunda amenaza es la alta dependencia de las finanzas nacionales a los ingresos petroleros. “El petróleo es un commoditie (mercancía).  México es vendedor de una materia prima, como sucede con Chile que es vendedor de cobre y también se devalúa y como sucede con Venezuela con el petróleo y también se está devaluando su moneda. Lo mismo pasa con Nigeria, porque es un país petrolero. Lo mismo pasa con Rusia, que es prácticamente una economía militar, es un cascarón, lo mismo con Nueva Zelanda que es un exportador de lácteos y de cárnicos o con países asiáticos.

Es decir- continuó Omar Magaña- todos esos países son exportadores de commodities y sus ingresos nacionales dependen de la venta de sus materias primas y lo que sucede actualmente en el mundo es que el precio de las materias primas se desplomó, por lo tanto, estas economías se vuelven muy vulnerables, es decir, no son competitivas y los capitales internacionales las ven como economías de riesgo.

Abundó que México se caracteriza por ser un país emergente, subdesarrollado o en vías de desarrollo, como se le quiera llamar, que se consideraba con ciertas garantías para refugiar el capital financiero, pero “al ver la caía tan estrepitosa del precio del petróleo y que en los mercados globales no vale mucho ahorita, eso hizo mucho más susceptible que la moneda mexicana se esté devaluando alrededor de un 20 por ciento en comparación con junio del año pasado”.

Agrega el factor de la crisis económica en Grecia, la devaluación del Yuan, en China, y la disminución de las tasas de interés en ese país Asiático, así como la recuperación económica en E.U, han hecho que el peso mexicano y otras monedas con características similares, se devalúen.

“Dependes mucho  de cómo estén administrando la política monetaria expansiva de Estados Unidos a través de la FED y cómo una política monetaria China que devalúa su Yuan, baja tasas de interés”, apuntó.

NECESITA MÉXICO MÁS PRODUCCIÓN Y MENOS SUSCEPTIBILIDAD DE ECONÓMICAS DEL MUNDO

Ante esa falta de competitividad de la economía mexicana y esa alta dependencia de los ingresos petroleros, el economista afirma que México debe exactamente lo contrario, es decir, hacer más competitiva tu economía, fortalecer tus sectores productivos en cuanto a la capacidad de poder producir y apoyarte en un primer momento en el mercado interno, para que tu demanda o tu producción dependa más del mercado interno y estés menos vulnerable al comportamiento de los mercados internacionales.

“Necesitas ser más competitivo y pasar de ser un país exportador de materias primas, principalmente petróleo o granos, a ser más bien un  país que puedas innovar y recanalizar tu economía en base más a temas de agregar valor a la producción y ser menos vendedor de materias primas”, explicó Omar Magaña.

TECOMAN

Ejemplificó a nivel local con el caso específico de Tecomán, donde son productores de piña, limón, chile jalapeño, cebollas o cualquier otro producto hortícola-frutícola, pero no hay un proceso de valor agregado, como podría ser tener agroindustria y en vez de vender los chiles solos, procesarlos y enlatarlos. “Y eso habrá de aplicar a todos los productos, no solamente del sector agrícola, sino pesqueros y mejorar la industria”.

Dijo que México tiene una importante oportunidad en la industria automotriz, donde se está convirtiendo de los principales países exportadores de vehículos y así deberían de desarrollarse el resto de los sectores de la economía nacional.

ECONOMÍA FAMILIAR

El ex presidente del Colegio de Economistas del estado de Colima afirma que esta crisis se va a reflejar en varios sectores y va a tener un impacto sobre la inflación o los precios relativos de los bienes y servicios que consumen los mexicanos, “ahí no hay vuelta de hoja”.

Menciona que esto se verá reflejado quizás no en el corto plazo, como estábamos acostumbrados a ver en épocas de López Portillo, Miguel de la Madrid o Ernesto Zedillo, que se notaba en todo lo que era tecnología, equipos de cómputo, televisores, refrigeradores y otros bienes de capital, pues en aquellos tiempos la gente pensaba que iban a subir y, por lo tanto, había compras de pánico.

Hoy no sube de forma tan inmediata –explicó el entrevistado-  porque muchos de esos productos se hacen en México y son comercializados en pesos, sin embargo, muchos de sus  componentes electrónicos sí son importados.

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Sin embargo, alertó que hay aproximadamente 45 productos que van desde arroz, trigo, sorgo maíz, leche huevo, que son importados y como todas las importaciones son tasadas en dólares, en algún momento los precios de bienes alimenticios, de productos farmacéuticos, de la tecnología, materiales de construcción, van a subir.

Dio otro ejemplo sobre la compra de vitropiso, que apenas la semana pasada al solicitar una cotización le informaron que como toda la porcelana es importada, los precios se van a incrementar un 10 por ciento.

Omar Magaña insistió: “todos los productos que son importados para el consumo de los sectores, se van a afectar”.

Dijo que si bien en el corto plazo no hemos sentido aún el incremento de los precios, la razón es que muchas de las empresas que son importadoras de materias primas o de algún componente, los hacen en compras futuras y contratan coberturas de precios, que están cubiertas contra los movimientos del tipo cambiario.

Sin embargo, esas coberturas tan solo en alimentos y productos farmacéuticos tienen un periodo de duración de 6 a 7 meses y una vez que fenezca ese plazo, una nueva cobertura que vayan a negociar, va a irse de tener un tipo cambiario de 13.50 pesos o 14 pesos, a tener en un piso de los 16 a los 20 pesos.

Reconoció que además no sobra el empresario que aprovecha estos momentos para llenar sus almacenes, especular y esperar en base a esa inversión inicial que hizo en su stock, para poder incrementar los precios de lo que oferta.

“Hay una percepción de que ahorita los precios de los bienes y servicios como los de la canasta básica no se incrementaron, en parte a lo ya explicado de que muchos se producen en México y por la coberturas cambiarias, pero tampoco hay que olvidar que la economía mexicana no está creciendo y al no crecer los empresarios o vendedores, parten del principio de que si ellos llegaran a incrementar los precios de los bienes que comercializan, lo más seguro es que no encontrarían una demanda, es decir, el bajo crecimiento de la economía o de la demanda agregada, ha hecho que los precios no se incrementen, si no, tal vez la historia sería diferente”, precisó.

NO HEMOS VISTO LO PEOR DE ESTA CRISIS

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Omar Magaña asegura que lo peor de esta crisis económica está por venir, porque estamos entrando en una burbuja donde los mercados, sobre todo el mercado mexicano financiero, están esperando qué decisión va a tomar la reserva federal de E.U en septiembre, sobre si aumenta o no su tasa de interés de referencia y mientras eso no ocurra, se genera un espacio, como un abismo, donde el peso mexicano está sujeto a muchas especulaciones.

Considera que cuando llegue a suceder ese incremento de tasas de interés en el vecino país del norte, pudiéramos ver que el Banco de México se anticipara a elevar las tasas de referencia en nuestro país, que es del 3 por ciento, o bien pudiera esperarse a que la FED incremente las tasas de interés y “ahí va surgir otro ataque al peso mexicano, de crisis realmente importante. Esa es la importante”.

Agrega que hay algo que viene y va a afectar más la devaluación de las monedas, y es que se escucha de una recesión en China, lo que obviamente puede meter en serios aprietos a las monedas internacionales y particularmente al peso mexicano.

TIEMPO DE CAUTELA

Por todo esto, Omar Magaña recomendó tener una buena administración de las finanzas personales y ser muy prudente en la forma de contratar un crédito de tarjetas.

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“Aquellas personas, principalmente de la clase media, que tengan fuertes adeudos con tarjetas de crédito pueden tener un efecto muy importante y negativo sobre el pago de intereses que no tenían considerados”, advirtió.

La recomendación es tratar de reestructurar o liquidar, dentro de la posibilidad de cada usuario, todo tipo de adeudos que se tengan en tarjetas de crédito; ser muy prudente en qué gastas, cómo gastas y cuánto gastas, no gastar en este momento en cosas que no sean necesarias para tu vida normal porque  de lo contrario uno mismo empieza a presionar sus finanzas ante un posible incremento en la inflación y en los precios de bienes y servicios.

Finalmente, el experto en finanzas comentó que hay otra variable, que en Colima se puede generar, que es el tema de los despidos, pues si a todo lo anterior le sumas el no tener trabajo, ¿imagínate cómo te puede ir?

En la próxima entrega Omar Magaña nos explicará el panorama para las finanzas de estados y municipios en el 2016, que de entrada se espera será un año muy difícil para todos los nieles de gobierno.