EL MITO MORENA EN EL CONGRESO

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AL DESNUDO

Por: Édgar Rodríguez H.

No hace falta buscar culpables externos, los únicos responsables de la desintegración de la fracción de MORENA en el Congreso del Estado, son sus propios diputados a los que desde el mismo día en que tomaron posesión les ganó su ambición de poder y los mató su propio ego. Y no podía esperarse otra cosa, basta recordar que ganaron en coalición Morena, PT y PES, arrastrados por la figura del hoy presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, aunque ellos sigan pensando lo contrario, que ganaron por su gran empatía con la gente de Colima.

Hoy, con tanto enroque, ya no se sabe quién es quién, ni a quién representa a parte de sus propios intereses. Han pasado poco más de tres meses desde el día que asumieron sus respectivas curules, tiempo durante el cual han creado un escenario decepcionante alejado de todo compromiso ciudadano.

La fracción del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), aún y con su mayoría en la Cámara local, se ha convertido en un mito, simple y sencillamente porque no tienen ni asumen un compromiso real apegado a lo que se comprometieron, y su desentendimiento social es fácil comprenderlo sólo cuando se recuerda que la elección de candidatos para contender como diputados locales de Morena, PT y PES, se deriva de una tómbola que incluía a personajes en su mayoría desconocidos por la sociedad, los pocos conocidos tienen origen priista.

No son los tres diputados priistas en el Congreso local o el mismo gobernador del estado Ignacio Peralta Sánchez, la causa de la falta de acuerdos entre los legisladores de Morena, son ellos mismos quienes no han sido congruentes con sus promesas de campaña, sobre todo con la que tiene que ver con la aplicación de un plan de austeridad que incluye la promesa de bajarse el sueldo.

Los diputados de Morena con poco más de tres meses en sus curules, más allá de sólo meterle mano y reducir en algunos rubros el presupuesto de egresos 2019 presentado por el ejecutivo estatal, no aplicaron lo mismo para ellos. Aprobaron la Ley de Austeridad, pero no redujeron su presupuesto para la LIX Legislatura, lo dejaron igual al que registró la LVIII.

En mero discurso demagógico ha quedado el compromiso de Morena de ser una mayoría en el Poder Legislativo local responsable, una fuerza para que las cosas cambien y cambien para bien de los colimenses. Su mayoría legislativa, parece no ser porque hasta ahora no han estado a la altura del compromiso histórico que tienen.

Quienes echan la culpa al PRI o al mandatario estatal del desmoronamiento Morenista en el Congreso local, tendrían que explicar cómo tres diputados priistas y un gobernador tienen mayor fuerza o inciden en las decisiones de Morena para lograr que las cosas se muevan a su favor, cuando la realidad es que los legisladores de Morena no han logrado ponerse acuerdo, las causas de sus fricciones ya todos las conocen, entre las que está su falta de oficio político, creen que ganan, cuando en realidad están perdiendo, el ser mayoría legislativa, queda claro, no significa tener todos los huevos en la canasta.

Y si de algo hay que culpar a la oposición en el Congreso local –llámese PRI o PAN, etc.-, es de tener estrategia para aprovechar la coyuntura y buscar acuerdos o alianzas con el partido político del color que sea.

Se dice que…

*La designación de diputado Vladimir Parra como coordinador de la bancada de Morena en el Congreso del Estado (el tercer coordinador en poco más de tres meses), luego de que dejara el mismo cargo, la legisladora Jazmín García Ramírez, no apaciguará las aguas en la fracción morenista, sino todo lo contrario, es el presagio de mayores conflictos. A Parra Barragán los eligieron justamente para generar eso, más conflictos y si, seguirán siendo mayoría, pero sin parecerlo.

*Si la ciudadanía esperaba que la mayoría de Morena en el Congreso significaría un cambio en la forma de legislar y hacer las cosas, actuando diferente a las anteriores legislaturas, se equivocó, sus promesas de campaña -hasta el momento- han quedado en sólo eso, promesas.