El IMSS en Contraste

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Por: Mario Acevedo Manzano

Es el Instituto Mexicano del Seguro Social la mejor y más importante dependencia del gobierno federal responsable de cuidar las salud de más de 60 millones de mexicanos, a diario reciben consulta médica más de un millón de derechohabientes, seguridad social con pensiones para más de un millón de jubilados, clínicas y hospitales en todo el territorio nacional contribuyen a prevenir la salud por medio de las campañas nacionales de vacunación en Prevension  de enfermedades contagiosas, en fin, los mexicanos cuentan con una Institución nacional que contribuye al desarrollo social y es orgullo de nacionales y ejemplo para otros países.

Su director general el Sr. Mikel Arreola y el Delegado en Colima Lic. Sergio Pérez Aguilera, son funcionarios responsables que a diario están mejorando las condiciones operativas del IMSS, en Colima, con un nuevo hospital que será de los mejores de México, y el IMSS nacional, mejorando la calidad de la administración reduciendo la diferencia entre los ingresos y egresos hasta lograr una viabilidad financiera de la Institución con la reducción del déficit operativo y la mejora de servicios como la unifila y cita diaria por teléfono móvil.

Sin embargo, no todo está bien en el IMSS, reconociendo que, si existen más de un millón de consultas diarias, es lógico que vayan a existir quejas, lo importante es que, a partir de las quejas, se logre mejorar el servicio. Le narro a continuación estimado lector, la experiencia personal para demostrar que no es la Institución la que debe cargar con el desprestigio, de un mal funcionario, más bien, es responsabilidad del propio funcionario el daño causado a un derechohabiente perjudicado.

Hace un poco más de seis meses, inicie el trámite en el IMSS para curarme de una enfermedad crónica que padezco al no poder pasar al estómago los alimentos, el médico general me turna al especialista y, el especialista después de los estudios médicos correspondientes, me turna con el cirujano, el cirujano a su vez, para concluir el diagnostico se manda hacer dos estudios complementarias una Endoscopia y una Manometría, la Endoscopia la hacen en la clínica-hospital en una atención excelente por cierto, el medico Endoscopista sale a la sala de espera y personalmente le informa a mi esposa los resultados de la Endoscopia y la Manometría, al no poder realizarse en la Clínica-Hospital solicito ser enviado a Guadalajara, fui mal atendido por un Dr. Leyva y después de una antesala de tres horas obtengo el traslado a Guadalajara, a su vez el hospital de Guadalajara niega la cita después de 15 días de espera, regreso con el Dr. Leyva le entrego la notificación del rechazo de la cita solicitada y me dice: se comunicara conmigo y, después de 15 días de no ser llamado, opto por pagar con un medico particular la Manometría a un costo de 5 mil pesos con dos meses de mi pensión. Regreso con el Cirujano, concluye el diagnóstico y me programa para operar el esófago y permita pasar los alimentos y me dice, valla con el Dr. Leyva, para fijar fecha de la operación, conociendo como le gusta el Dr. Leyva le hagan antesalas, recurrí a la Dirección de Comunicación Social del IMSS-Colima para solicitar ayuda y me fijaran fecha de operación, me atendió muy amablemente Norma, Secretaria de mi amiga Laura Castelot titular de Comunicación Social y me dijo; fuera a ver al Dr. Leyva, de inmediato me traslado al Hospital de Zona y me pasan rápido al cubículo del Dr. Leyva y este me regaña por haber presentado queja, así me dijo, no, le dije, no he presentado ninguna queja, de malas el Dr. Me señala el 10 de noviembre para la operación y al estar junto a su escritorio, se acerca una empleada de Leyva y me dice en forma grosera y prepotente, retírese debo utilizar el archivero, me salgo hasta la puerta de entrada del despacho y Leyva se niega a recibir una explicación de mi parte y ordena me retire.

El día 10 de noviembre me presento a las 6.30 de la mañana esperando ser atendido para la operación programada, espera hasta las 12.30 y la empleada de recepción me indica pase con la Enfermera, antes de entrar a la Sala de Operaciones me ponen Suero y en espera de pasarme al Quirófano llega la orden de suspender la operación, solicito hablar con mi médico cirujano y me dice: no te puedo operar por el tiempo que dura tu operación, yo solicite el quirófano a las 7 de la mañana, y mira, es la una y ya no alcanzo a operarte y solicítale a Leyva nueva fecha, mi mujer y yo, salimos decepcionados pero resignados a aguantar lo necesario para la cura de mi mal. Otro día, después del regaño que me dio Leyva, me preguntaba ¿Qué hago? Y me encuentro con la Enfermera del Médico cirujano que me iba a operar y me dice: vea a la Directora de Trabajo Social para que le ayude, me presente con ella y de manera amable accedió a mi petición y por teléfono  llamo a Leyva, designándome el 1 de diciembre como nueva fecha para operarme, me retire confiado en la nueva fecha programada pero, ¡oh sorpresa! en 30 de Noviembre a las 8 de la noche recibo un telefonazo de una empleada del IMSS y me dice: no se presente mañana, usted no está programado para ninguna operación, pensé:!a Cabron, eso ya calienta! y vienen las elucubraciones, alguien está atentando contra mi salud y mi vida, pues mañana sabremos, me conteste, me presente nuevamente en la oficina de mi amiga Laura, su Secretaria habló con el tal Leyva y se fija de común acuerdo una nueva fecha del próximo 14 de enero.

(Continuará)…