El grupo que gobierna y una sociedad que se siente desgobernada

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“La política es un ejercicio moderado de la maldad, pero a la vez es imprescindible porque sin ella no hay organización social”. Santiago Kovadloff

 

Entre libros y café

Por: José Luis Cobián León

Se dice que en el terrorismo somos autosuficientes, esto porque en México cuando sale uno a la calle y nos echan el auto encima, no lo hacen por el Islam, lo hacen por sus tompeates o criadillas. Del libro “Perplejidades del fin de siglo” de Mario Benedetti, alguna vez comentó, que algo que lo dejaba más perplejo era la hipocresía política, aquella que ha deteriorado a la sociedad; política que no tiene índices morales por los cuales regirse.

Por lo anterior, puntualizaba como grave problema, el abismo que media entre gobernantes y gobernados, el gobernante solo se acerca cuando hay elecciones y más que escuchar al pueblo quiere que lo escuchen a él, y la cierta comunicación que se da es porque le interesa el voto no las necesidades de la gente.

Es así que el mensaje para el “El Tigre”, Virgilio, Martha, Gabriela, Carlos, Griselda y una lista de etcéteras, una vez obtenido el gane eviten que les importe un comino todo lo que prometieron encerrándose en su cápsula de poder y solo establecer comunicación con otras cápsulas; por el contrario busquen a ese pueblo que los votó, el que por lo general pasa a ser un lejano archipiélago.

En relación a los emigrantes pobres, esa gente que se desplaza no por gusto, porque, quién desea irse de sus raíces, de su familia, de su gente, emigra por hambre. Que verdad existe en lo que dijo Mario Benedetti, tan afín a nuestra realidad, donde la constante es el abismo entre los gobernantes y los gobernados.

Lo vemos ahora, un país con hambre de confianza, de seguridad, de alimentación, por lo que mucha gente emigra, la mayoría de las veces al país “amigo”, Estados Unidos, quien los espera con un gran muro parecido al de Berlín, sin embargo, es aún más grande, ese racismo de sus autoridades y parte de su gente.

Cuando la importancia de un país con verdadero poderío se demuestra ayudando, con conocimientos y técnicas, no haciendo crecer el problema, en el que mediáticamente se expone las vilezas contra nuestros conciudadanos. Es por eso que sigo poniendo el dedo en el reglón señores políticos, hagan su parte, quiten esas barreras, manténganse fuera de su cápsula y trabajen por el bien común, para que así eviten ser un grupo que gobierna y una sociedad que se siente desgobernada.

Pero como no quiero ser el líder sindical del pesimismo y dejar un mal sabor de boca, quiero compartirles una adivinanza que escuché por la ciudad: ¿En que se parece una gallina a una ducha? En que las gallinas ponen los huevos frescos y la ducha refresca los… No alcancé a escuchar lo demás. Para que no quede nada en el tintero, [email protected]