Por André Marín
Dos jornadas. Dos partidos. Dos puntos para Cruz Azul y Chivas. Dos equipos que ya están presionados.
Con objetivos muy diferentes, ambos comenzaron 2016. Cruz Azul, tratando de recuperar credibilidad, buen juego y ser competitivo. El título es la obsesión.
Chivas se tomó las 12 uvas el 31 de diciembre, queriendo dejar de pensar en el porcentaje y soñando con meterse a la liguilla para pelear el título, que también es una obsesión.
La Máquina, en la fecha uno, ganaba en Morelia y terminó empatando.
Las Chivas, también en la fecha uno, ganaban y terminaron empatando.
Para el sábado anterior, el estadio se llenó de rojiblancos. Tomaron la capital y tomaron el estadio azul. Sus fieles fanáticos estaban animados, hasta que les empataron el partido.
Los fanáticos locales perdían y terminaron empatando. En el segundo tiempo tuvieron oportunidades importantes, aunque en el último minuto del partido su arquero suplente sacó una pelota peligrosísima que pudo significar el triunfo tapatío.
La realidad es que tanto Tomás Boy como Matías Almeyda llevan toda la semana bajando la presión y diciendo que sus dos puntos no reflejan lo que han hecho en el campo. Que han jugado para merecer más, pero esto no es de merecer.
El próximo fin de semana, uno visita León y el otro recibe a Tigres. Partidos complicadísimos en donde una derrota les provocaría un fuerte dolor de cabeza y mucha incomodidad.
Ambas directivas serán pacientes con sus entrenadores, les tienen fe ciega y confían plenamente en lo que puedan hacer.
Yo lo único que digo es que para Cruz Azul y Guadalajara tener dos puntos de seis, en un torneo donde hay mucha ilusión, es poco.
Con planteles ricos en calidad, en la fecha tres ya se deberían ver más de ambos. Más al frente y mejor defensiva.
Dos puntos de seis. ¿Les parece poco?
Twitter: @andremarinpuig