Dispara, yo ya estoy muerto

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Entre libros y café

Por: José Luis Cobián León

“Por encima de las patrias están la personas”

Será que alguna vez nos hemos sentido orillados a la situación de decir “Dispara, yo ya estoy muerto” título de uno de los libros de Julia Navarro, que me trae a tema la difícil situación del país, como alguna vez Héctor Suárez dijo ¿Qué nos pasa? ¿Qué nos está pasando? y ¿Qué nos pasará?”.

La novela alude sobre los Zucker, una familia de judíos rusos comerciantes e intelectuales de su época, que salen huyendo de los *pogromos del Zar, obligándolos a peregrinar por toda Europa con dirección a Jerusalén, que les representa la tierra prometida.

En este libro se entretejen momentos importantes de la historia, donde los ingredientes principales son la aventura, el misterio y la emoción, llevándonos a reflexionar sobre la duda inquietante del anciano Ezequiel Zucker, de el por qué los judíos son vistos de manera diferente, luchando así a lo largo de la narrativa contra esa diferencia.

Por lo anterior, un eco en nuestra vida actual, es respecto a ese *”pack” que nos toca vivir, como comentaba Julia Navarro, quizás este título pueda ser la alegoría de un mexicano honesto obligado a buscar diferentes salidas y algunas otras obligado a desplazarse, por ese aletargamiento de nuestro país en relación con el tema de los privilegios, la injusticia de la justicia, la inseguridad, y los sueldos bajos.

Dicho de otra manera, las circunstancias marcan la vida de los hombres, ese guión que no elegimos, pero que nos toca vivir, depende mucho de quienes están en el gobierno, por ello, es importante que escuchen a la gente, sus razones y necesidades, en definitiva, es necesario que mantengan una honradez intelectual.

El arquitecto Ricardo Legorreta define el origen de la arquitectura de la siguiente manera: “La arquitectura es un beneficio social, es darle a la gente un entorno donde se sienta agusto y crear espacios que le permitan, meditar, jugar y divertirse”. Esta es la arquitectura en la que se debe trabajar en el país. Por lo contrario, seguirán como en muchos casos, haciendo monumentos a la egolatría para dejar marcada su huella, en lugar de hacer ciudades.

No obstante, una tarea de todos es lo que dijo el político francés Nicolas Sarkozy, ex presidente de Francia en el periodo 2007 a 2012, en un momento de agradable lucidez fuera de su característica frivolidad. “Todos somos educadores y tenemos la obligación de enseñarles a nuestros hijos que no todo vale, que toda civilización se asienta sobre una escala de valores. Que el alumno no es igual al maestro. Tenemos el deber de enseñarles que nadie puede vivir sin deberes y que no puede haber libertad sin reglas”.

Para concluir nuestros hijos serán los técnicos, profesionistas, empresarios y políticos del mañana, enseñémosles el sabor del saber, y que sepan también lo que alguna vez dijo Héctor Suárez, “Las águilas vuelan solas, los ojetes en parvadas” Para que no quede nada en el tintero, [email protected]

*Pogromos: linchamientos, Pack: paquete