DEUDA PÚBLICA, LASTRE HEREDADO

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Por: Manuel Olvera Sánchez

El tema de la deuda pública con el cual arrancaran la gran mayoría de los municipios en el Estado de Colima no es nada agradable para quienes estarán al frente de las diferentes administraciones municipales porque prácticamente se limitarán a ser pagadores de nómina y, en algunos casos ejecutar obra pública con recursos federales previamente etiquetados, lo mismo sucederá con la seguridad pública.

Si bien es cierto, Manzanillo por su misma actividad turística y comercial había sido ajeno a estar inmersa en problemas financieros, hoy en día no es la excepción, ya que su deuda pública oscila entre los 386 millones de pesos, cantidad que si bien es cierto comparada con su presupuesto de egresos autorizado para el ejercicio fiscal 2018 es por la cantidad de $ 990´741,518.87 ( novecientos millones setecientos cuarenta y un mil quinientos dieciocho pesos 87/100 M.N.), es una deuda que financieramente es viable su amortización y máxime por el crecimiento turístico que cada año se presenta en el puerto y que invariablemente representan ingresos extraordinarios a las arcas municipales.

Si bien es cierto que los ciudadanos porteños le apostaron a un proyecto alterno de gobierno, todo parece indicar que la democracia es el instrumento mediante el cual elegimos a nuestros gobernantes y se le considera como la forma más justa de vivir en armonía, concepto por demás desconocido por la actual alcaldesa, Griselda Martínez Martínez ya que fue precisamente a su falta de oficio político que no ha sabido llevar una relación seria y responsable con los integrantes del H. Cabildo, al grado de que estos le rechazaron la propuesta presentada por esta para quien estaría al frente de la tesorería municipal; situación nada grata para la administración y máxime para los habitantes del puerto, ya que se visualiza un escenario infortunado que prevalecerá durante los tres años próximos de la administración municipal.

La suerte que corre la capital no es ajena al tema de la deuda pública que hereda a Leoncio Morán, ya que el ex alcalde de la capital Héctor Insúa lo único que lo caracterizo fue ser omiso ante la enorme responsabilidad que representa manejar los recursos públicos al grado de que hoy en día cuenta con varias denuncias penales por malversación de los recursos públicos durante su desastrosa administración municipal.

Vale recordar que tan solo en su administración municipal, la deuda de la capital creció en 180´000,000.00 ( ciento ochenta millones de pesos 00/100 M.N. ), lo cual evidencia que el manejo financiero careció de estrategias presupuestales enfocadas a cumplir a cabalidad con los compromisos contraídos con los pasivos tanto a corto como a largo plazo. Fue muy evidente que se financiaron múltiples actividades mediáticas con la finalidad de lograr su reelección al frente del ayuntamiento, pero a Insúa solo le alcanzo para lograr su regiduría, misma que servirá a los actuales munícipes para que aclare todas y cada una de las irregularidades que antes de tomar posesión Leoncio Moran hizo públicas.

El panorama para el actual alcalde de la capital Leoncio Morán resulta complicado por la deuda heredada, ya que lo limitará para ejercer obra pública y máxime enmendar el desorden existente en la capital endosado por Héctor Insúa en todos los sentidos: las vialidades se encuentran destrozadas, camiones recolectores de basura inservibles, parques y jardines que a la fecha parecen potreros. Una de sus fortalezas radica en su capital humano, personal que ha demostrado que sabe trabajar, pero que sin las herramientas y la motivación es imposible prestar un buen servicio a los capitalinos; vale recordar y es una fortaleza del municipio el contar con un líder sindical como lo es Héctor Arturo León Alam que ha sabido conducir a buen puerto y exigir sea respetada la dignidad del trabajador.

Leoncio Morán cuenta con muchas fortalezas entre las que destaca haber sido Alcalde de la Capital y Diputado Federal, lo cual evidencia que no es un improvisado en la administración pública, pero deberá prestar especial atención en que la visión de gobierno prometida a los capitalinos se cumpla, ya que de ahí dependerá contar con los meritos necesarios para aspirar a gobernar el estado de Colima en el próximo periodo.

En lo referente a Villa de Álvarez, Felipe Cruz no es ajeno a la deuda pública recibida y correrá la misma suerte que la mayoría de los alcaldes: una deuda pública muy importante ya que los estados financieros reflejan una deuda de aproximadamente la cantidad de $330´000,000.00 (trescientos treinta millones de pesos 00/100 M.N.). Con un presupuesto de $ 395´000,000.00 (trescientos noventa y cinco millones de pesos 00/100 M.N.); al parecer es el municipio que financieramente su panorama es el más crítico que los demás, ya que tan solo su deuda pública es similar a su presupuesto a ejercer.

Felipe deberá sentarse con sus más cercanos colaboradores y realizar un análisis minucioso sobre los pasivos y ver la viabilidad de convertirlos a largo plazo con la finalidad de establecer estrategias financieras que generen las condiciones propicias para llevar a cabo una administración que los habitantes de Villa de Álvarez la recuerden tan exitosa como las dos anteriores en las cuales él fue alcalde (2000 – 2003 y 2006 – 2009 ).

Vale recordar que una de las fortalezas con las que cuenta el municipio es que los contribuyentes son responsables con sus obligaciones y cumplen al pagar sus contribuciones y así lo acreditan las estadísticas, ya que Villa de Álvarez durante el año 2011 solo estuvo por debajo del Municipio de Manzanillo en lo relacionado a la recaudación de recursos propios, lo cual impacta de manera favorable en lo relacionado a los recursos que asigna a los municipios la Federación a través de la Ley de Coordinación Fiscal.

Las aspiraciones políticas de Felipe serán bastante complejas derivado del escenario financiero que le espera, sin embargo, esto no coartará sus aspiraciones ya que esta comprobado que cuando los gobernantes llevan a cabo administraciones exitosas, el pueblo los respalda.

La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.

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