Desesperanzador, el futuro que ven muchos jóvenes en Colima: Investigadora

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*“Me di cuenta que los jóvenes, cada vez más, enfrentan distintas situaciones de riesgo y abandonan sus estudios para dedicarse a trabajar con el fin de apoyar a sus familias”, agregó Aideé Ceballos, profesora de la FALCOM.

Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- Los jóvenes en Colima, al ver la relación que existe entre su proyecto y sus expectativas de vida, “proyectan una representación social de adversidad, sobre todo aquellos a quienes la situación social, económica y cultural que les ha tocado vivir les hace sentir que trabajan porque tienen que hacerlo, pero no es nada de lo que hubieran querido para ellos; desde su sentir, se aprecia un estado desesperanzador y de desilusión respecto a lo que les ha tocado vivir”.

Esta fue una de las reflexiones que la profesora-investigadora de tiempo completo de la Facultad de Letras y Comunicación (Falcom) de la Universidad de Colima, Aideé Arellano Ceballos, expuso en la conferencia “Representaciones sociales que los jóvenes de Colima tienen sobre su proyecto y expectativas de vida. Un estudio a partir de su vida cotidiana”, que dictó en las instalaciones del Archivo Histórico del Municipio de Colima, como parte de las X Jornadas de Difusión del Cuerpo Académico 67 de este plantel.

Antes de iniciar la presentación, Arellano Ceballos explicó que dicha conferencia se basó en parte de los resultados de su experiencia durante el proyecto de investigación que realizó para el doctorado, el cual buscó conocer y explicar cómo es la vida de los jóvenes en Colima, a qué problemáticas se enfrentan y qué expectativas de vida tienen, desde una mirada socio-cultural.

Agregó que existen infinidad de estudios desde la parte cuantitativa “que visibilizan de manera más estadística las dimensiones asociadas con los jóvenes, tales como la baja escolaridad, embarazos a temprana edad, alcoholismo, drogadicción, entre otros, los cuales sólo ofrecen las cifras, pero no los por qué”; es por ello que este esfuerzo lo centró en generar un estudio más profundo que, de manera posterior, les sea útil a las autoridades correspondientes para generar políticas públicas en materia de juventud.

“Me di cuenta que los jóvenes, cada vez más, enfrentan distintas situaciones de riesgo y abandonan sus estudios para dedicarse a trabajar con el fin de apoyar a sus familias. Otras ciudades ya tienen soluciones para esto y aquí no; eso es lo que me llevó a pensar en un proyecto como éste”, agregó.

Durante la primera parte de su exposición, la profesora explicó que la perspectiva teórica que utilizó en la investigación para dar respuesta a su cuestionamiento fue un marco fenomenológico en el que se le da voz al sujeto; es decir, “estudiamos los significados que los jóvenes tienen sobre sí mismos y su realidad, lo cual nos permitió conocer la representación social que éstos tienen sobre su proyecto y expectativas de vida a partir de la diversidad de su vida cotidiana”.

Mencionó que la estrategia metodológica empleada para dar respuesta al objetivo planteado fue de corte cualitativo (aquella que alude a las cualidades y describe de manera meticulosa aquellos aspectos impalpables del comportamiento del ser humano), por lo que “se obtuvo la información a través de la etnografía con el uso de las técnicas de la observación y la entrevista”.

Dentro de los resultados más sobresalientes que expuso la investigadora de la Falcom, están los perfiles de los jóvenes, tanto del contexto rural (Armería, Coquimatlán, Minatitlán Cuauhtémoc y Comala) así como del urbano (Colima, Manzanillo y Tecomán), a los cuales los caracterizan tres cosas: el abandono escolar por problemas socio-económicos, el trabajo como elemento latente en las actividades de su vida cotidiana y el estudio como uno de los pilares fundamentales en el desarrollo personal.

Derivado de lo anterior, Aideé Arellano concluyó que el proyecto de vida de los jóvenes estudiados los divide en tres grupos: aquellos para los que el trabajo representa en sí su proyecto de vida, los que además del trabajo definen su proyecto por el estudio y en tercer lugar están los que enfocan su proyecto exclusivamente al hogar, siendo éste último una minoría femenina.

Asimismo, al hablar sobre las expectativas de vida de estos jóvenes, la profesora dijo que se pueden tipificar en cuatro rubros: familiares, educativos, laborales y económicos o materiales, los cuales se encuentran orientadas a aspectos como formar una familia, casarse, independizarse, seguir estudiando, terminar la carrera, hacer un posgrado, obtener un buen empleo, tener un negocio propio, comprar casa, carro o hacer un patrimonio para los hijos.

“El tipo de expectativas de vida familiares, educativos, laborales y económicas o materiales —agregó— varían de acuerdo al estado civil, nivel de escolaridad y la edad”.

En conclusión, Arellano Ceballos dijo que al juntar el proyecto de vida que tienen los jóvenes de Colima (el cual está centrado en el trabajo) y relacionarlo con las expectativas de vida antes mencionadas, pudo obtener la representación social que éstos tienen y la cual describió en tres modalidades: la representación del trabajo como fuente de bienestar, que es cuando el ingreso económico les permite satisfacer sus necesidades primarias y secundarias; como medio para trascender, que es cuando se ve al trabajo como una forma de crecer y desarrollarse de manera profesional y como un agente para auto realizarse, que refiere a los jóvenes que ven al trabajo como el que les permitirá desarrollar todo su potencial y llegar a convertirse en lo que siempre anhelaron.

Finalmente y a manera de comentario, invitó a los presentes a seguir fomentando este tipo de estudios, que ayudan a marcar el pulso y a comprender mejor lo que está pasando con los jóvenes en el estado, porque “si uno no sale del contexto en el que está todos los días, no se da cuenta de lo que realmente sucede y la realidad es que la mayoría de los jóvenes no están en la universidad ni en un trabajo formal y la pregunta es ¿dónde están entonces y qué están haciendo?”