Por: Mario Acevedo Manzano
Los tiempos están cambiando en el rumbo para conducir al Estado mexicano en la próxima administración pública, en ningún cambio de sexenio anterior se había vista a un Presidente electo iniciar con tanta anticipación su nuevo proyecto de gobierno, aún, en el cambio de Zedillo a Fox se utilizaron las mismas tácticas priistas para el cambio de gobierno, pero en el cambio actual todo indica que a partir del 1 de diciembre arranca un nuevo proyecto señalado como de izquierda con miras a una transformación integral partiendo del combate a la corrupción y a una mejor distribución de la riqueza fiscal entre los mexicanos.
La desconcentración administrativa del gobierno federal está anunciada como un acto de gobierno sin importar las consecuencias y posibles retrasos en la administración pública federal, está claro, lo primero que debe existir es voluntad política a correr todos los posibles riesgos que conlleva un acto de esta dimensión, en realidad es una labor gigantesca para reubicar a un aproximado a los 200 mil trabajadores del Gobierno federal de todas las Secretarias de Estado desconcentradas, pues no solamente son los trabajadores, también son sus familiares y, si consideramos el promedio de cinco miembros de cada familia estamos hablando de un millón de personas a distribuirse en un poco más de 10 entidades del país, por cierto, ya se dijo que el territorio estatal de Colima será sede nacional del ISSSTE hace falta conocer el punto de vista del gobierno estatal para saber el impacto económico y social de recibir en Colima un aproximado a las 100 mil personas suponiendo que, las oficinas centrales de la administración de esa Institución lleguen a 20 mil trabajadores.
Son muchos los pros y contras a la desconcentración, en un elemental análisis costo-beneficio tenemos los costos en el obligado subsidio al traslado de los trabajadores y sus familiares, todo indica que, una partida especial del Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2019 estará dedicada a subsidiar la desconcentración, además de la compra de terrenos, edificaciones, mobiliario, equipo y aparejado a lo anterior, el retraso operativo de cada programa para reiniciar la operación de cada organismo público desconcentrado. Los beneficios en cambio pueden ser un desarrollo económico regional desde el momento de la agregación de 100 mil consumidores más con una derrama económica aproximada a os 10 mil millones de pesos, de los cuales, miles de pequeños y medianos empresarios se verán beneficiados con una demanda agregada de esta naturaleza
Existen opiniones dividas en el tema: unos dicen, lo irrealizable de las propuestas desde la negativa de los trabajadores a salir de su lugar de origen, a lo anterior, se contrapone el derecho y la autoridad del nuevo gobierno a realizar los cambios que sean necesarios para logar un gobierno de servicio a la sociedad, pues, es claro que, el gobierno como Patrón, impone a los trabajadores los lineamiento necesarios para lograr la eficiencia en las políticas públicas en que sustente su gobierno, queda claro, el acto de autoridad no cede aceptar condiciones de los trabajadores al servicio del Estado.
La desconcentración operativa del Gobierno federal es una política transversal de impacto en los tres poderes y los tres órdenes de gobierno, por ello, son necesarios los acuerdos necesarios entre Poderes y órdenes de gobierno para que cada uno realice la tarea que le corresponda, tratar de imponer de manera vertical la desconcentración sería un mala señal de la conducción del Estado democrático en donde no existe forma para gobernar sin los consensos necesarios para lograr un buen gobierno.
Notas cortas
Cada día el C. Gobernador del Estado Ignacio Peralta demuestra su voluntad de servir a los colimenses, en días pasados fue la solicitud a la SCT para terminar la concesión de particulares en la operación y cobro de cuotas en la autopista Armería –Manzanillo, ayer, fue su decisión para fincar responsabilidades administrativas y penales a los ex directores del API por no cumplir con su responsabilidad en el cuidado ambiental de la Laguna del Valle de las Garzas.
Felipe Cruz Calvario será un excelente Presidente municipal en la Villa de Álvarez, su experiencia y capacidad demostrada en el mismo cargo en periodos de gobierno anteriores, le dan la suficiente experiencia administrativa y política para recuperar el gobierno de La Villa después del desastre de su antecesora que nunca supo conducir con rumbo al gobierno municipal.