DEPREDADORES POLÍTICOS

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AL DESNUDO

Por: Édgar Rodríguez H.

La captura del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, sucedida el pasado sábado 15 de abril en Guatemala con base en  una orden de aprehensión librada en su contra por los delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero y defraudación fiscal, habrá de gustar a unos y hacer enojar a otros. Pero la pregunta que surge es ¿a quién realmente beneficia políticamente su detención? en medio de un escenario eminentemente político en donde están electoralmente en juego cuatro estados del país: Coahuila, Nayarit, el Estado de México, y la entidad completamente saqueada por quien ahora está en prisión, después de darse a la fuga en octubre de 2016, a dos meses de concluir su mandato.

Para los antipriistas, pero principalmente para los dirigentes de los partidos Acción Nacional y Morena, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador, la aparición del ex mandatario veracruzano, servirá como carne de cañón y capitalizar votos ciudadanos a favor de sus candidatos en los próximos comicios electorales del 4 de junio. No hay duda, el discurso tanto de los dirigentes partidistas como de los contendientes, se centrara en Duarte de Ochoa, como símbolo de la corrupción inherente a todos los políticos del PRI.

Si aún como gobernador de Veracruz y luego como prófugo de la justicia, Javier Duarte había sido el tema mediático de los partidos políticos (contrarios al Revolucionario Institucional), por la impunidad y la corrupción, además de los niveles de violencia que se vivieron durante su gestión, ahora con su detención, no aminorarán, sino todo lo contrario aumentarán. Quien tratará de jalar más agua a su molino, será el dirigente que Morena, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, quien inmediatamente lanzo el primer puyazo al señalar que la detención del ex gobernador veracruzano al señalar: “Detienen a Duarte para simular que combaten la corrupción, pero el pueblo no se conforma con chivos expiatorios, quiere la caída del PRIAN”.

Y es que las detenciones, primero de Tomás Yarrintong en Italia y luego de Javier Duarte en Guatemala, se da en medio de las contiendas electorales y será fácil señalar o advertir que se suscitó para favorecer a los candidatos priistas en su campañas, pero la verdad es que no, la percepción de la gente seguirá siendo la misma por el alto grado de impunidad y corrupción que significan los ex gobernadores ahora detenidos, especialmente el de Veracruz que tiene en su historial  miles de muertos, desaparecidos y decenas de fosas clandestinas.

Para los depredadores políticos del PRI, tras los arrestos de Yarrintong y Duarte, es momento de reforzar la estrategia mediática para apabullar en los comicios electorales y en este escenario quien tiene más las de ganar, es el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

Por la forma en que se fueron dando las cosas, primero con su huida y luego con su captura, es fácil pensar que todo estaba planeado de tal forma que todo se diera en medio de un contexto electoral para que alguien resultara ganador. Si los priistas ingenuamente planearon que así sería, Sería como cavar su tumba, pues ni la detención de los dos antes mencionados, ni la de otros ex gobernadores e incluso de actuales ejecutivos estatales, cambiaría la percepción de la gente, que por supuesto no se traga ni tragaría un teatro de tal magnitud, montado para sensibilizarlos de que la corrupción se está abatiendo.

Pero el tema central, para los ciudadanos de a pie, es que se haga justicia y se aplique todo el peso de la ley a Javier Duarte o Tomás Yarrintong y otros que existen como ellos, que al igual, han saqueado las arcas públicas de manera descarada amparados en la impunidad que les da el poder. Los delitos de duarte, van más allá del tema electoral, tienen que ver con el enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal y muchos otros entre los que también están los crímenes contra periodistas. Si verdaderamente el gobierno de la República, que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto, busca tiene el objetivo de acabar contra la corrupción, deberá actuar contra muchos otros, como el de Colima, que transitan con total impunidad.

Se dice que…

*Coincidencia o no, en menos de una semana y en medio de un escenario electoral en el que figura el Estado de México, el presidente Enrique Peña Nieto llevó a cabo el arresto de dos ex gobernadores (Yarrintong y Duarte), emanados de su partido el PRI.