Cubren al 100% atención al cáncer cérvico-uterino en Cancerología

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*A pacientes de esta patología se otorga diagnóstico y tratamiento oncológico, señala la Secretaría de Salud

Redacción|CN COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- En el Instituto Estatal de Cancerología (IEC) de la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado se cubre al 100% el tratamiento oncológico del cáncer de cuello uterino a las afiliadas al Seguro Popular y, se les da seguimiento en centros de salud y hospitales con pruebas de citología vaginal (papanicolau) y colposcopías (exploración o examen visual del conducto vaginal y del cuello del útero mediante un aparato óptico).

En el marco del Día Mundial del Cáncer, el servicio de Ginecología del IEC dijo que las pacientes alteradas en sus estudios por cáncer cérvico-uterino vienen referidas por lo general de clínicas de colposcopía que están instaladas en los hospitales generales del estado, además de las enviadas por médicos particulares o provenientes de otros estados.

De acuerdo al último registro epidemiológico del 2018, se atendieron 49 nuevos casos de cáncer de cuello uterino, una de las cifras históricas más bajas de esta patología.

Agregó que estas pacientes reciben los servicios de diagnóstico, complementario a éste, estatificación y tratamiento oncológico, que incluye cirugía, radioterapia y quimioterapia o la combinación de ellas.

Una vez que han concluido el tratamiento oncológico, se da seguimiento a las pacientes con el esquema del Seguro Popular en los siguientes dos años –cada tres meses- con los estudios de papanicolau y colposcopías; en los dos años que siguen es semestral y a partir del quinto año es anual.

El área de Ginecología detalla que en los diagnósticos tempranos se da la curación, pero en el caso de los estadíos avanzados se proporciona el apoyo necesario, sin poder garantizar la curación, recibiendo tratamientos paliativos, que incluye el apoyo de Psico-oncología.

En este sentido, el 80% de las pacientes en etapas avanzadas fallecen en promedio a los cinco años de haber sido diagnosticadas, aunque hay casos que duran hasta cinco o siete años.