COLIMA: TSUNAMI ELECTORAL

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Sucedió en Colima lo que se esperaba como resultado de la elección presidencial: que el voto por Andrés Manuel López Obrador repercutiera notoriamente en la victoria de muchos candidatos poco conocidos pero que le pusieron fervor a la competencia e hicieron lo que fue posible para sumarle a ese esfuerzo –  valor del tabasqueño. Por un pelo de rana y gana otras dos presidencias municipales, la de  Villa de Álvarez y Colima.

Si en la elección del 2000 con el triunfo de Vicente Fox el PRI resultó perdedor aquí, en la del domingo pasado fue prácticamente borrado del mapa  junto al Pan  pues sus adversarios morenistas le arrebataron casi todo, hasta Manzanillo, que creían ya en la bolsa. Además, para fortuna de todos, gracias Don Peje,  el domingo pasado los electores en Colima cerraron el paso a personajes reciclados, chapulines descarados, pero hizo dos excepciones en los casos de Locho Morán y Felipe Cruz Calvario, a quienes reconocieron sus méritos políticos y de servicio.

Pero no fue tan casual ese resultado. Se veía venir un voto de castigo al PRI y otro al Pan, pero no de tal magnitud. Mire usted que ninguna diputación local de mayoría obtuvo el tricolor y ningún distrito federal ni senadurías de minoría tan siquiera. Y, ¡uf!  Sólo  dos alcaldías pequeñas. El PAN perdió sus bastiones municipales y  federales,  solo ganó una diputación local de las 16 en disputa. ¡De terror!

No falta razón a los que afirman que los electores ajustaron cuentas con el presidente Peña Nieto por considerar que se desvinculó de los intereses populares, porque gobierna para las élites, cayó en corrupción y no se recuperó la seguridad pública , aunque también reconozco  que ese ajuste se hizo igualmente  al gobierno estatal por parte de  algunos grupos políticos y sectores sociales  todavía  pesarosos con IPS  desde la elección de gobernador, al igual que muchos trabajadores despedidos injustificadamente en su administración.  En política, quien mata a puñaladas no muere a besos.

Fin de una época y comienzo de otra fue el mandato de los electores, que entregaron mayoritariamente su confianza a AMLO y a los candidatos morenistas. A ver cómo resultan los gobiernos municipales y el ejercicio de la representación popular. Calculo que los  lanzados al ruedo electoral   tienen empaque y experiencia en trabajo político, pero habrá que ver su desempeño ya formal en alcaldías y  congresos para hacer un juicio mejor. Que entreguen lo mejor de sí para que su entrada a las lides no sea para ellos de debut y despedida, es lo que se espera

Fuerte compromiso le espera al gobernador Ignacio Peralta en el segundo tramo de su gobierno con un congreso opositor que seguro se mantendrá firme en sus convicciones, mismo que en la elección del 2015 se alteró en su composición interna por la mala actuación de tres diputados que por unas cuantas mondadas violentaron el mandato de los ciudadanos de hacer oposición verdadera al PRI. Siempre, en una democracia, será importante la existencia de contrapesos al Ejecutivo para que no se aparte de las tareas  más convenientes para el Estado.

Habrá a partir de unos meses, pues, un congreso local poderoso, vigilante del Ejecutivo. Eso conviene a Colima. Los diputados deben ver por los intereses ciudadanos, dedicarse a legislar con la opción del bien común poniendo énfasis en atender a las clases menos favorecidas que abrumadoramente dieron un giro político espectacular  con su voto. No tengo duda que gran parte de los sufragios morenistas  provino de las clases populares a las que llegan a cuenta gotas los beneficios del progreso, mismas que antes votaban en masa por el PRI.

Ante  la felpa electoral  de Morena a sus adversarios, estos la tienen muy de subida. Ese  Movimiento  seguro crecerá  para ser una opción todavía más competitiva para el 2021 de cómo lo fue el domingo pasado.

El mensaje ciudadano  es muy preciso: no más PRI, no más PAN por lo pronto. Estos dos partidos han de analizar los errores  que tanto los menguó. Y los pequeños, han de construir nuevos caminos pues también el Tsunami morenista los arrastró, particularmente a Nueva Alianza y Partido Encuentro Social, que tal vez desaparecerán a nivel nacional por no reunir tan siquiera el 3 por ciento de la votación total.

Los colimenses nos aprestamos a vivir una etapa distinta. La democracia acomodó las cosas en términos indiscutibles. Los ganadores deben estar conscientes del compromiso adquirido y trabajar en función de lo prometido.