BANDERA BLANCA

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Colima está en la lista de estados que podría levantar bandera blanca en alfabetización de acuerdo a las exigencias que plantea la Unesco para los países que han ido aventajando dotando a sus poblaciones de una herramienta fundamental como es el dominio de la lectura y la escritura.

Hace muchos años se levantó bandera blanca en Colima gracias a una acción gubernamental que hizo de la alfabetización un motivo importante dentro de los programas oficiales, y entonces sale a flote esta pregunta: a partir de aquella fecha ya no se hizo nada en materia de alfabetización y continuó subiendo, imparable, la tasa respectiva?

En primer término debe considerarse que aquellas personas que recibieron un certificado de estar alfabetizadas ya no prosiguieron con su instrucción y al paso de los años volvieron a contabilizarse en los censos como personas no aptas para “ leer o escribir un recado” por lo cual regresaron al status anterior de insuficiencia lectora- escritora.

Un factor más para que esa tasa se moviera muy poco a la baja fue la migración que todos los años llegaba y llega a Colima con bajos índices de instrucción y aún sin saber leer y escribir. De que la institución encargada de la tarea alfabetizadora le pone el máximo interés ni duda hay, pero como dijo el propio presidente de la república, hay una resistencia cultural en algunas regiones a prepararse y salir adelante por décadas de paternalismo que inhibe la acción individual y causa tantos daños.

Pero las cosas han cambiado, a mayor población, ha ido bajando la tasa que mide la alfabetización, que pudiera andar en un 3.2 según dio a conocer el director de esa institución, Martín Alcaraz Parra. Otros estados, al parecer, están en la misma circunstancia que Colima y pudieran levantar bandera blanca en este año, como son estados del norte y occidente porque los del sureste siguen en la misma dinámica de rezago educativo.

Las buenas noticias como esta que comento sí deben contarse. Las malas aparecen todos los días con una puntualidad que espanta porque muchas de ellas encierran fracasos institucionales o tienen implícita la sangre de muchos inocentes caídos por el enfrentamiento entre criminales.

Por lo demás, Colima es una entidad muy comunicada, se llega con relativa facilidad a las poblaciones y se logra dialogar con toda la gente. Los programas oficiales están en operación y mucho ayudan a eliminar diferencias y no es raro que logren cambiar la vida de muchas familias. Ha de proseguirse este esfuerzo con tesón, claridad y transparencia.

En esto se debe insistir: las familias pueden recuperarse si se esfuerzan y corresponden a la acción del gobierno en la acción educativa en general. Cada día más, hay una comprensión acerca de los beneficios que genera saber leer y escribir o tener educación básica.

Muchos males nos ahorraríamos si al paso de los años venideros el gobierno y la sociedad se deciden a poner fin a esta pesadilla de tener tantos millones de personas sin estudios básicos, situación que está generando conductas ilícitas que nos tienen al borde del desastre, o ya en el desastre. Que no se deje de pensar que la mejor inversión es la que se hace en la educación.

El gobierno tiene que dedicar más recursos a la educación, es una inversión y no un gasto. Si ha de lograrse un cambio con justicia será porque los mexicanos estamos mejor instruidos y hemos aprendido a socializar en el respeto, la confianza y la solidaridad. No hay otra vía para lograrlo. Que se tenga lista la bandera blanca.

Mi reconocimiento a las personas que, en las instituciones como el INEA – IEEA Colima, en un ferviente apostolado, aportan muchísimo para que nuestra vida sea mejor. Y desde luego, una felicitación a quienes deciden superarse y salen del rezago educativo.