José Luis Cobián|CN COLIMANOTICIAS
Manzanillo, Col.- Caminando por las calles de la ciudad rumbo al Centro Histórico, avanzando por las callejuelas características del Viejo Manzanillo, algunas tan estrechas que apenas se les puede considerar calles, más bien parecieran brechas peatonales, me encontré con el “back yard” o patio trasero de nuestro puerto, allá por la colonia La Alameda.
Ese paraje solitario, de belleza singular, quizás un lugar consagrado al amor que hoy se observa en el olvido, pero donde se puede disfrutar, apreciar la laguna, la ciudad y espacios de pescadores.
Acompañado de dos fieles escuderos, uno de 11 y otra 12 años, Emmanuel y Renata, para aventurarnos por la laguna y las vías del tren, con lo que conocieron por medio de este recorrido un poco más de la naturaleza de nuestro puerto que convive con la industria y el “desarrollo”.
No paraban de hablar y de dar rienda suelta a la imaginación, haciendo una tarde llena de humor, sabiduría y magia. Cuando les pregunté qué les había parecido la visita, Emmanuel comentó “Me gustó, me sentí como viejito, porque me sentí como si estuviera en el pasado”.
Por su parte, Renata comentó “Me gustó, porque así puedes saber cómo es la vida de las personas que trabajan duro, cómo le hacen los pescadores para ganarse la vida, y si se hiciera un recorrido turístico estaría perfecto, porque así conocerían esta parte que la gente no valora, y que se necesita tomar muy en cuenta, para que sepan cómo es la vida de las personas, cómo trabajan. Las personas son muy importantes, como también los lugares, porque son de Manzanillo una parte muy bonita y especial”.
Lo cierto es que debemos dar valor a los pequeños momentos, salir con nuestros hijos, familia y adentrarnos por esos lugares llenos de árboles que aman el calor y dan sombra, conocer nuestra ciudad y fomentar que se reconozcan zonas tan importantes como el Cerro del Vigía que son parte del patrimonio cultural de nuestro puerto.
Así fue que con cámara en mano, rehicimos nuestros pasos hasta llegar a casa, no sin antes hacer una parada en el Tajo, para degustar un rico pollo asado con ensalada, arroz, salsas y totopos, que por cierto al comprar la promoción, pudimos llevarnos otro pollo para el recalentado. ¿Gustan?